WASHINGTON (AP) — Los refugiados afganos en Estados Unidos podrán quedarse por al menos 18 meses bajo un estatus protegido temporal (TPS), dijo el gobierno el miércoles, en un paso que ayudará a algunos de los miles que llegaron al país tras la caótica retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán.
Los afganos deben estar ya en Estados Unidos y pasar una revisión de antecedentes para ser elegibles para el programa, que tiene como objetivo ayudar a los que recibieron un estatus a corto plazo conocido como libertad condicional humanitaria cuando el país cayó en poder del Talibán.
Para muchos, sin embargo, el tiempo se está agotado porque no han recibido aún residencia permanente bajo programas retrasados como la visa especial de inmigrante, que es emitida para las personas que trabajaron como intérpretes o en otra capacidad para Estados Unidos y sus aliados durante la guerra de 20 años.
Mientras tanto, su país se encuentra en una profunda crisis económica bajo el Talibán y millones de afganos están en peligro de hambruna.
“Esta designación de TPS ayudará a proteger a ciudadanos afganos que han estado viviendo ya en Estados Unidos de regresar a condiciones inseguras”, dijo el secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas en una declaración para anunciar la medida.
Más de 76.000 afganos fueron admitidos en Estados Unidos tras la retirada estadounidense en agosto. El Departamento de Seguridad Nacional ha dicho que alrededor de 40% serán elegibles para una visa especial de inmigrantes, un proceso largo y complejo que al final provee la residencia legal permanente y una vía a la naturalización.
La mayoría se han asentado en comunidades en diversas partes del país, principalmente en el norte de Virginia y los suburbios de Washington, el norte de California y Texas.
Los defensores de los refugiados han estado llamando al gobierno de Joe Biden a designar a Afganistán para el TPS para prevenir que los afganos queden varados sin estatus legal una vez expiren sus libertades condicionales humanitarias en dos años.
El estatus temporal, que les permite a los no ciudadanos trabajar legalmente en Estados Unidos, beneficia además a unos 2.000 afganos que estaban en el país como estudiantes o en otra capacidad antes de la evacuación y no se han ido.