MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ha afirmado que la nueva Ley de Patrimonio Histórico está todavía «verde» y no cree que pueda estar lista para este año. «En estos momentos la cosa está verde, y dudo mucho que esté este año», ha señalado antes de la reunión conmemorativa del centenario de la Junta de Calificación de Bienes del Patrimonio Histórico celebrada en el Museo Nacional Reina Sofía.
«Estamos en un proceso muy abierto de hablarlo con las comunidades para ver si somos capaces de encontrar un punto de encuentro que nos permita llevar al congreso la Ley. O todos nos hacemos responsables de nuestro patrimonio o nos deshacemos de él», ha indicado el ministro, quien apunta a que, una vez alcanzado el ‘consenso’, la Ley irá al Congreso.
«Falta mucho porque hay una nueva mirada más amplia que es la que queremos introducir en la ley, y también introducir nuevas figuras de protección porque no se tenía en cuenta las competencias autonómicas», ha indicado. En este sentido, ha recordado precisamente que el anterior anteproyecto de Ley, que finalmente Cultura terminó por desechar, fue «cuestionado muy duramente» por las comunidades autónomas.
«Si tantas comunidades estaban en contra es que quizá teníamos que hacer un esfuerzo adicional para llegar a un acuerdo. Lo que el Estado no renunciar es a llevar una nueva Ley de Patrimonio al Congreso, pero no sin consenso», ha señalado.
Otro de los temas que han salido antes de la reunión de la Junta ha sido la valoración que se hizo de la colección de Carmen Thyssen y la exportabilidad de algunos cuadros propiedad de la baronesa. «En realidad todo ha transcurrido dentro de una normalidad legal y política, desde el anterior ministro hasta el actual, se ha procurado conseguir lo mejor y es lo que se ha conseguido», ha explicado el presidente de la Junta, Luis Javier Romero.
Romero ha recordado que la Junta es «un órgano consultivo» y por ello se le consulta sobre los temas relativos a la normativa. «Nosotros no entramos en que si el Reina o el Prado deciden comprar una cosa, eso es la política de cada uno de los museos y ahí somos muy escrupulosos», ha concluido.