LIMA (AP) — El presidente peruano Pedro Castillo dijo el martes que el país vive una “crisis institucional sin precedentes” y negó las acusaciones de presunta corrupción luego que en la víspera el Parlamento admitió debatir en dos semanas un pedido para destituirlo por incapacidad moral.
Castillo dio un discurso en el Congreso donde aceptó errores de su gestión, pero dijo que eso “no significa aceptar los supuestos delitos» que le imputan e indicó que pretenden involucrarlo por «motivos políticos”. El mandatario pidió dejar de lado las rencillas y colocar delante al país.
“Por encima de las diferencias ideológicas y políticas están los intereses de la patria. Es el momento de poner fin a las disputas mezquinas y trabajar por los grandes objetivos nacionales”, indicó el mandatario intentando finalizar el conflicto político con el Parlamento.
En la víspera, el Congreso aprobó debatir un pedido de destitución por “incapacidad moral permanente” contra Castillo a siete meses del inicio de su gestión.
El Congreso invitó a una sesión fechada para el 28 de marzo al mandatario, quien puede asistir o enviar a su abogado para defenderse de las acusaciones. Luego se necesitarán 87 votos para destituirlo y no está claro si los legisladores opositores conseguirán los votos.
Los legisladores que buscan remover a Castillo citan un listado de razones, entre ellas tres investigaciones por corrupción contra el mandatario, así como la acusación de una aspirante a colaboradora en un caso de lavado de activos quien señaló al presidente de integrar presuntamente un grupo criminal para recibir dinero a cambio de obras públicas.
Tanto Castillo como el Parlamento tienen elevada desaprobación en Perú. Según un sondeo del Instituto de Estudios Peruanos publicado en febrero por el diario La República, el mandatario suma 63% de impopularidad, mientras el Parlamento alcanza 82% de desaprobación. Castillo inició su gestión el 28 de julio de 2021.
