Mueren cerca de 20 personas en nuevos enfrentamientos intercomunitarios en el sur del país
MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado extender un año más el mandato de la Misión de Asistencia de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS), una votación que se ha saldado con trece votos a favor, dos abstenciones –Rusia y China– y ningún voto en contra, según ha confirmado el organismo.
De esta forma, el mandato de la UNMISS ha sido prorrogado hasta el 15 de marzo de 2023 y se mantiene el nivel de fuerzas desplegadas con un techo de 17.000 soldados y 2.101 policías. Asimismo, sus funciones serán proteger a los civiles, crear las condiciones para la entrega de ayuda humanitaria, apoyar la aplicación del acuerdo de paz de 2018 y supervisar e investigar violaciones del Derecho Humanitario.
Asimismo, el Consejo de Seguridad ha pedido fortalecer las actividades de la UNMISS en lo relativa a prevención y respuesta ante la violencia de género y ha pedido a todas las partes que pongan fin inmediatamente a todo tipo de violencia y a las violaciones y abusos de los Derechos Humanos, al tiempo que ha solicitado al Gobierno sursudanés que lleve a los responsables ante la justicia.
El organismo ha mostrado además su preocupación por los retrasos en la aplicación del acuerdo de paz y ha abogado por la puesta en marcha de todas sus cláusulas para avanzar en el proceso de paz. Uno de los principales puntos pendientes es la unificación de las fuerzas de seguridad, que ha sufrido numerosos aplazamientos.
Por último, ha reclamado al Gobierno y al resto de actores relevantes que trabajen para poner en marcha el proceso para redactar la nueva Constitución, preparar unas elecciones libres y justas, completar la graduación de las fuerzas unificadas y avanzar para el establecimiento de un Tribunal Híbrido para Sudán del Sur, una Comisión de Verdad y Reconciliación y una Autoridad de Compensaciones y Reparaciones.
Sudán del Sur cuenta con un Gobierno de unidad que echó a andar tras la materialización del acuerdo de paz firmado por el presidente, Salva Kiir, y el antiguo líder rebelde y actual vicepresidente primero, Riek Machar. La Presidencia sursudanesa anunció en enero de 2020 que las partes firmantes del acuerdo de paz habían acordado extender una vez más el periodo de transición, en esta ocasión hasta 2023, para dar margen a la aplicación de las cláusulas del pacto, en medio de las peticiones internacionales para acelerar el proceso.
Pese al descenso de la violencia por el conflicto político, el país ha registrado un aumento de los enfrentamientos intercomunitarios. En este contexto, alrededor de 20 personas han muerto y miles se han visto desplazadas en una serie de ataques en el estado de Ecuatoria Central, según ha confirmado este miércoles el arzobispo de la Iglesia Episcopaliana de Sudán del Sur, Paul Yugusuk.
Yugusuk, que visitó la zona durante la jornada del domingo, ha denunciado en declaraciones concedidas a la emisora Radio Tamazuj «una destrucción masiva» y «violaciones y saqueos» en la zona. «Tenemos a miles de familias que han buscado refugio en Gumbo, mientras que algunas han ido a Uganda, en particular al campamento de refugiados de Adjumani», ha relatado.
«Estamos buscando la salida de los ganaderos de esta zona. Esto generará estabilidad, paz y provocará que la gente vuelva, porque llega la temporada de lluvias y la gente ya se estaba preparando sobre el terreno. Querían cultivar y la lluvia ha empezado. Queremos que la aplicación de la vuelta del ganado a sus lugares de origen tenga lugar», ha remachado.
Estos enfrentamientos suelen estar motivados por el robo de ganado y las disputas entre pastores y agricultores en las zonas más fértiles del país, especialmente a causa del aumento de la desertificación y el desplazamiento de poblaciones.