La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha alertado este miércoles de que miles de refugiados ucranianos corren el riesgo de convertirse en víctimas de la trata, la explotación sexual y el abuso en la región a medida que aumenta el número de personas que abandona el país debido a la guerra.
Por el momento son más de tres millones las personas que han salido de Ucrania, entre ellas 162 mil ciudadanos de terceros países que se encontraban en territorio ucraniano cuando comenzó la invasión el pasado 24 de febrero.
El deterioro de la situación humanitaria y el resultado de movimientos poblacionales complejos y a gran escala pueden llevar a un aumento de las amenazas a la inseguridad, lo que puede colocar a muchas personas al borde de la explotación, según ha indicado la organización en un comunicado.
Si bien los casos de tráfico de personas son más difíciles de identificar justo después de un desplazamiento masivo de poblaciones, informaciones preliminares indican que existe una alta posibilidad de que estas personas se vean explotadas dada su vulnerabilidad.
«Los informes de la OIM señalan que la población que abandona Ucrania procede, principalmente, de familias monoparentales. Esto incluye a mujeres, niños y ancianos, muchos de los cuales no están acompañados», ha señalado el director general de la organización, António Vitorino.
En este sentido, ha indicado que estos grupos «pueden ser especialmente vulnerables a los peligros del tráfico de personas a medida que abandonan sus viviendas y ven su red financiera y de seguridad gravemente dañada».
En 2021, la OIM identificó en Ucrania un millar de víctimas del tráfico de personas. Así, ha pedido a la comunidad internacional a recibir a los refugiados de forma «no discriminatoria, teniendo en cuenta su cultura, género y sin ningún tipo de parcialidad en relación con su nacionalidad o etnia o situación migratoria».
«Recalcamos la necesidad de llevar a cabo una respuesta colectiva en términos de capacidad» para hacer entrega de la asistencia necesaria a las víctimas y personas vulnerables a este tipo de violencia. Así, ha instado a facilitar el acceso a sus respectivas autoridades consulares a aquellos refugiados procedentes de terceros países.