MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha hecho un llamamiento al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas para que tome «medidas enérgicas» contra las fuerzas militares de Birmania.
«El Consejo de Derechos Humanos de la ONU debe responder a la crisis humanitaria y de Derechos Humanos de Birmania con urgencia», ha señalado la directora de seguridad adjunta de Naciones Unidas para HRW, Lucy McKernan, quien considera que el organismo debería hacer que los militares se enfrenten a «consecuencias por sus numerosos crímenes».
El Consejo tiene previsto debatir sobre Birmania y el nuevo informe de la Ofician de Derechos Humanos de la OTAN en la reunión que se celebrará el próximo lunes.
La ONG ha remarcado que la resolución del Consejo de Derechos Humanos debe exigir a todos los estados miembros de la ONU que pongan freno al flujo de armas hacia Birmania y que impongan sanciones económicas más estrictas y específicas contra las personas implicadas en abusos e intereses militares.
Asimismo, HRW considera que se debe pedir que todos los ingresos del petróleo, el gas, la madera y las gemas que fluyen hacia el Ejército sean eliminados y se ingresen en una depósito de garantía para el pueblo birmano hasta que se restablezca un gobierno civil elegido democráticamente.
La junta militar de Birmania, desde su golpe de Estado del 1 de febrero de 2021 ha llevado a cabo prácticas de represión para reprimir a quienes se oponen al régimen. En este punto, HRW ha criticado una serie de «abusos sistemáticos y generalizados» que pasan por «asesinatos en masa, torturas, detenciones arbitrarias y ataques indiscriminados contra civiles». Todo esto, dicen, constituye crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.
Esta misma semana, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha condenado las violaciones del derecho internacional humanitario y de los Derechos Humanos por parte de las fuerzas de seguridad del país asiático.
En dicho informe, el organismo de la ONU ha denunciado que el Ejército y las fuerzas de seguridad birmanas han mostrado desprecio por la vida humana con el bombardeo de zonas pobladas y el ataque a civiles.
En el marco del régimen militar, HRW ha denunciado que la junta está bloqueando de forma deliberada la ayuda a poblaciones como una forma de castigo colectivo en un país en el que se estima que ya hay unos 25 millones de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza.
Además, los cortes de Internet siguen a la orden del día después de que, tras el golpe, se bloqueara también el acceso a las redes sociales. La ONG ha recordado que este tipo de medidas solo se deben aplicar en caso de que sea «necesarias y proporcionadas», y nunca como una forma de castigo colectivo para, además, dificultar el acceso a la información y las comunicaciones.
Finalmente, McKernan ha lamentado que los líderes de la junta militar se han aprovechado de la «mínima interferencia internacional» para «sofocar brutalmente las protestas y la disidencia».
«El Consejo de Derechos Humanos debe hacer retroceder con urgencia estos abusos y liderar la respuesta internacional para proteger los derechos y promover la rendición de cuentas en Birmania», ha concluido.