Un avión militar estadounidense con cuatro personas a bordo se ha estrellado en el norte de Noruega mientras participaba en unas maniobras militares conjuntas de la OTAN, según ha podido confirmar la Policía de Noruega.
Los cuatro tripulantes de la aeronave «probablemente» han fallecido en el incidente, según ha explicado el jefe de gabinete de la Policía de Nordland, una provincia al norte de Noruega, que no ha visto signos de vida «ni dentro ni alrededor del avión».
La aeronave se dirigía hacia el norte de Noruega y se esperaba que entorno a las 18.00 horas tomase tierra en la ciudad de Bodo. Sin embargo, esto no ha ocurrido y, de hecho, la última posición registrada antes del accidente ubicaba la aeronave en Saltfjellet, una cadena montañosa a unos 70 kilómetros de Bodo.
Por el momento, se desconocen las causas del accidente, aunque el Ejército estadounidense ha informado de que se ha abierto una investigación sobre lo ocurrido y que se darán más detalles cuando sea posible.
«Las autoridades civiles noruegas están dirigiendo los esfuerzos de búsqueda y rescate en este momento. Estamos agradecidos por sus esfuerzos y les ayudaremos en la búsqueda y el rescate de todas las maneras posibles», ha explicado en Twitter el Cuerpo de Marines de Estados Unidos, que ha asegurado que aunque la naturaleza del servicio militar es «intrínsecamente peligrosa», velan por la seguridad de sus compañeros.
Las Fuerzas Armadas de Noruega habían alertado este viernes a última hora de la desaparición de un avión estadounidense que participaba en los ejercicios militares de ‘Cold Response’, una maniobra conjunta de distintos países de la Alianza Atlántica que dio comienzo este lunes en territorio noruego.
Según ha explicado el Ejército de Noruega, la aeronave, modelo Bell-Boeing V-22 Osprey, transportaba a cuatro militares y pertenece al Cuerpo de Marines de Estados Unidos.
El Centro Principal de Rescate noruego inició de inmediato la búsqueda del avión militar, si bien desde las Fuerzas Armadas incidieron en que las condiciones climatológicas eran adversas, lo que ha condicionado las labores de búsqueda.
Los ejercicios militares, en los que participan miembros de la OTAN, cuentan con actividades tanto en el mar como en el aire y, según información de Noruega, participan cerca de 30.000 soldados de 27 estados y socios de la Alianza Atlántica, incluidos millares de fuerzas terrestres, marítimas y aéreas de cada uno.
Ya antes del inicio de la operación, las autoridades de Noruega enfatizaron que ‘Cold Response’ no es una reacción al ataque de Rusia contra Ucrania, sino un ejercicio de defensa común planificado desde «hace mucho tiempo».