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R.Unido/Irá Un británico-estadounidense inicia una huelga de hambre tras ser nuevamente detenido en Irán

La británico-iraní Zaghari-Ratcliffe denuncia que fue “un peón en manos de dos gobiernos durante los últimos seis años”

La británico-iraní Zaghari-Ratcliffe denuncia que fue «un peón en manos de dos gobiernos durante los últimos seis años»

MADRID, 21 (EUROPA PRESS)

Un ciudadano británico-estadounidense recientemente liberado de prisión en Irán ha iniciado una huelga de hambre después de haber sido nuevamente encarcelado dos días después, según ha confirmado este lunes su familia.

Morad Tahbaz, de 66 y quien cuenta además con nacionalidad iraní, fue liberado de prisión la semana pasada, si bien tenía prohibido abandonar el país, después de que las autoridades liberaran a los británico iraníes Nazanin Zaghari-Racliffe y Anoosheh Ashoori, quienes ya han regresado a Reino Unido.

La hermana de Tahbaz, Taraneh, ha afirmado en declaraciones concedidas a la cadena de televisión británica BBC que la familia del hombre está «totalmente desconsolada» y que teme que su situación sea olvidada tras las últimas liberaciones.

Tahbaz fue liberado junto a Zaghari-Ratcliffe y Ashoori, si bien apenas dos días después fue nuevamente detenido, según las autoridades iraníes para ponerle un dispositivo electrónico de seguimiento, si bien desde entonces no se ha vuelto a conocer su paradero.

«Morad está desesperado. Nosotros estamos desesperados y no sabemos qué más hacer», ha dicho la hermana de Tahbaz. «Durante años se nos hizo creer que sería parte del acuerdo (de liberación), pero se logró el acuerdo, se pagó el dinero (de una deuda histórica de Londres con Teherán) y no fue parte del acuerdo, aún sigue allí», ha criticado.

«Estamos muy, muy preocupados ante la posibilidad de que la situación se quede así», ha lamentado. Tahbaz fue detenido en enero de 2018 junto a otro grupo de ecologistas que fueron acusados de recopilar información clasificada en zonas estratégicas bajo la excusa de llevar a cabo estudios de campo.

Posteriormente, fue condenado a diez años de cárcel junto al resto de detenidos por cargos relacionados con un supuesto espionaje a favor de Estados Unidos y para socavar la seguridad del país asiático.

La propia Zaghari-Ratcliffe ha dado este lunes una rueda de prensa, en sus primeras declaraciones desde su llegada a Reino Unido, en las que ha dicho que el viaje de vuelta fue «duro» y ha incidido en que su liberación «debió tener lugar hace seis años».

«Siempre sentí que iba a tener este agujero negro en mi corazón, pero voy a dejarlo en el avión», ha dicho, tras criticar que fuera necesario tanto tiempo para lograr un acuerdo. Así, ha recalcado que no quiere «guardar rencor» y ha incidido en que su vuelva a casa fue «gloriosa».

«He sido un peón en manos de dos gobiernos durante los últimos seis años. No creo que la vida de nadie deba estar vinculada a un acuerdo global. Todo ser humano tiene derecho a ser libre», ha explicado.

En este sentido, ha hecho hincapié en que su vida «fue vinculada a algo que no tenía nada que ver con su persona» y ha pedido la liberación de Tahbaz. «Debió haber vuelto a casa con nosotros», ha subrayado, antes de reiterar que «esto no debería haberle pasado a Morad».

La liberación de Zaghari-Ratcliffe y Ashoori tuvo lugar tras un acuerdo entre Teherán y Londres para el pago de una histórica deuda por la compra de carros de combate Chieftain antes de la Revolución Islámica de 1979 que Reino Unido nunca llegó a pagar.

Sin embargo, Teherán argumentó tras ello que «no hay relación» entre ambos asuntos y explicó que ambos fueron liberados después de que el aparato judicial aprobara este paso tras «conmutar sus sentencias por clemencia islámica y motivos humanitarios».

Zaghari-Ratcliffe, de 44 años y colaboradora de la Thomson Reuters Foundation, fue puesta en libertad vigilada en marzo tras cumplirse los cinco años en prisión a los que fue condenada por cargos de conspiración y espionaje. Sin embargo, poco después fue imputada con nuevos cargos de propaganda contra la República Islámica por participar en 2009 en una manifestación frente a la Embajada iraní en Londres y realizar declaraciones al servicio en persa de la BBC.

Por su parte, el empresario Anoosheh Ashouri fue arrestado en agosto de 2017 cuando viajó al país para visitar a su madre y fue condenado en 2019 a doce años de cárcel por cargos de espionaje a favor de Israel y corrupción.

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