La inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) pasó a segundo plano luego de que una vendedora de tlayudas se volviera viral por ofrecer sus productos al interior del complejo aeroportuario, al provocar largas filas de asistentes que querían probar el platillo.
Sin embargo, a través de redes sociales comenzó a popularizarse una discusión, pues algunas personas aseguraron que dicha comida no se trataba de un auténtica tlayuda, sino que es una adaptación capitalina que cuenta con algunas diferencias, bautizada como “doradita”.
En este caso, la versión “chilanga” tiene como principal característica que el maíz utilizado es de color azul y su tamaño es inferior, pues tienen aproximadamente un diámetro 10 centímetros menor, en comparación con la “joya” de la gastronomía oaxaqueña.
Te puede interesar: AMLO defiende a vendedora de tlayudas del AIFA
Así, las “doraditas” o “tlayudas de la CDMX” también se conocen como tostadas y sus ingredientes son, obligatoriamente, nopales, frijoles refritos, cilantro, salsa roja de chile verde o guajillo y queso rallado.
[ El futuro de los pagos se llama Kueski PayOpens in new window ]
En cambio, las originales tlayudas oaxaqueñas, además de ser más grandes y de maíz blanco, su consistencia es menos crujiente y más correosa, es decir, se pueden doblar al momento de comerlas.
Las principales características de las tlayudas, también conocidas como clayudas, están en la preparación y los ingredientes. Al momento de cocinarlas se debe hacer uso de manteca de cerdo y deben contener cecina, chorizo o tasajo, así como quesillo y lechuga.
El origen de la palabra “tlayuda” se remonta al náhuatl tlao-li, “el maíz que es desgranado”, y uda, un sufijo que significa “abundancia”. Tradicionalmente este platillo se consume en la región del Valle Central de Oaxaca.