Afirma que «las narrativas» mencionadas por Blinken en su discurso «están muy alejadas de la realidad»
MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
La junta militar de Birmania ha rechazado «categóricamente» este miércoles la decisión de Estados Unidos de reconocer formalmente el genocidio contra la comunidad rohingya y ha recalcado que «nunca ha llevado a cabo acciones genocidas ni tiene intención genocida de destruir» a ningún grupo racial o religioso del país asiático.
El Ministerio de Exteriores birmano ha señalado en un comunicado que ha visto las declaraciones del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, «determinando que el Ejército de Birmania ha cometido genocidio y crímenes contra la comunidad bengalí en el estado de Rajine».
Las autoridades birmanas no reconocen a la comunidad rohingya y suelen referirse a sus miembros como «bengalíes», término que los rohingya rechazan porque consideran que implica que son inmigrantes ilegales de Bangladesh.
«El Ministerio quiere reiterar que Birmania es parte de la Convención sobre la Prevención y el Castigo del Crimen del Genocidio y el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), bajo la Carta de Naciones Unidas, y que está totalmente comprometido a respetar todas las obligaciones existentes», ha dicho.
«Birmania nunca ha llevado a cabo acciones genocidas y no tiene intención genocida de destruir, totalmente o en parte, a ningún grupo nacional, racial o religioso, o a cualquier otro grupo», ha señalado en su comunicado, publicado en portada por el diario oficial ‘The Global New Light of Myanmar’.
En este sentido, ha hecho hincapié en que «las narrativas mencionadas en el discurso del secretario de Estado (de Estados Unidos) están muy alejadas de la realidad y se hicieron referencias a fuentes poco fiables y no verificables como si fueran acusaciones aplastantes».
«Por ello, el ministerio rechaza de forma firme y categórica las declaraciones realizadas por el secretario de Estado de Estados Unidos, ya que los contenidos y narrativas están motivadas políticamente y equivalen a una interferencia en los asuntos internos de un Estado soberano», ha remachado.
Blinken afirmó el lunes que «miembros del Ejército de Birmania han cometido genocidio y crímenes contra la Humanidad contra los rohingya,» al tiempo que expresó que había decidido calificar la situación de genocidio tras la realización de «un examen exhaustivo y numerosos análisis (…) que incluyen documentación detallada», incluida la de organizaciones humanitarias.
Los rohingyas son una minoría étnica de fe musulmana que se concentra en el estado birmano de Rajine. Birmania los considera descendientes de inmigrantes ilegales procedentes de Bangladesh y no los reconoce como ciudadanos, privándoles con ello de derechos básicos.
En agosto de 2017, el Gobierno birmano lanzó una campaña militar en respuesta a ataques de insurgentes rohingyas que llevó a la ONU a advertir sobre una posible «limpieza étnica».
La Fiscalía del Tribunal Penal Internacional (TPI) ha recibido ya autorización para iniciar una investigación por crímenes contra la Humanidad, en particular la deportación forzosa de 740.000 rohingyas a Bangladesh.