MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Investigadores del Centro de Ciencias Espaciales de la NYU Abu Dhabi (NYUAD) han descubierto un nuevo conjunto de ondas en el Sol que parecen viajar mucho más rápido de lo que predice la teoría.
En el estudio, publicado en la revista ‘Nature Astronomy’, los investigadores, dirigidos por el investigador asociado Chris S. Hanson, detallan cómo analizaron 25 años de datos espaciales y terrestres para detectar estas ondas.
Las ondas retrógradas de alta frecuencia (HFR) –que se mueven en dirección contraria a la rotación del Sol– aparecen como un patrón de vórtices (movimientos de remolino) en la superficie del Sol y se mueven a una velocidad tres veces superior a la establecida por la teoría actual.
El interior del Sol y de las estrellas no puede ser visualizado por la astronomía convencional (por ejemplo, óptica, de rayos X, etc.), y los científicos dependen de la interpretación de las firmas superficiales de una variedad de ondas para visualizar los interiores. Estas nuevas ondas HFR pueden constituir una importante pieza de rompecabezas en nuestra comprensión de las estrellas.
Las complejas interacciones entre otras ondas bien conocidas y el magnetismo, la gravedad o la convección podrían impulsar las ondas HFR a esta velocidad.
«Si las ondas HFR pudieran atribuirse a cualquiera de estos tres procesos, el hallazgo habría respondido a algunas preguntas abiertas que aún tenemos sobre el Sol –señala Hanson–. Sin embargo, estas nuevas ondas no parecen ser el resultado de estos procesos, y eso es emocionante porque conduce a un conjunto de preguntas totalmente nuevas».
Esta investigación se llevó a cabo en el Centro de Ciencias Espaciales de la NYUAD en colaboración con el Instituto Tata de Investigación Fundamental (TIFR) y la Universidad de Nueva York, utilizando los recursos computacionales de la NYUAD y del TIFR.
Al estudiar la dinámica interior del Sol –mediante el uso de ondas– los científicos pueden apreciar mejor el impacto potencial del Sol sobre la Tierra y otros planetas de nuestro sistema solar.
«La propia existencia de los modos HFR y su origen es un verdadero misterio y puede aludir a una física apasionante en juego –afirma Shravan Hanasoge, coautor del trabajo–. Tiene el potencial de arrojar luz sobre el interior del Sol, que de otro modo sería inobservable».