La UE destaca que el TPLF se ha mostrado dispuesto a un «cese de hostilidades» y habla de «tendencia muy positiva»
MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
La Unión Europea (UE) y Estados Unidos han aplaudido este viernes el anuncio del Gobierno de Etiopía sobre una «tregua humanitaria indefinida» en la región de Tigray (norte), que ha sido respondida por el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) con una disposición a un «cese de hostilidades» de forma inmediata.
«La UE aplaude la declaración sobre una tregua humanitaria por parte del Gobierno de Etiopía y el comunicado sobre el cese de hostilidades por parte de las autoridades tigrayanas», ha dicho la misión de la UE en Etiopía. «La UE está preparada para apoyar la rápida entrega de ayuda humanitaria a todos los que la necesitan», ha subrayado.
En esta línea, el embajador de la UE en el país africano, Roland Kobia, ha hablado de «una propuesta positiva que ha sido respondida de forma inmediata en reciprocidad» y ha apuntado que «es una tendencia muy positiva que hay que animar y apoyar».
«Las dos partes parecen estar sincronizadas. Ayudemos a crear un contexto adecuado para una solución duradera para poner fin al sufrimiento y supervisar de cerca la situación sobre el terreno», ha argumentado a través de un mensaje su cuenta oficial en la red social Twitter.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha dicho que «apoya firmemente» la declaración del Gobierno de Etiopía y el compromiso declarado por Adís Abeba para colaborar con las organizaciones humanitarias para acelerar la entrega sin restricciones de ayuda humanitaria a los que la necesitan.
«Esperamos que esta declaración se vea seguida rápidamente por el movimiento de asistencia vital», ha manifestado, en un comunicado en el que no menciona la respuesta del TPLF. «Este compromiso con un cese de hostilidades debe ser un paso crítico hacia el reinicio de la entrega de ayuda humanitaria a la población de Tigray y a todas las regiones y comunidades etíopes que la necesitan», ha subrayado.
Blinken ha incidido en que el anuncio de Adís Abeba «debe servir como pilar básico para un proceso político inclusivo para lograr progresos hacia la seguridad y prosperidad de toda la población de Etiopía» y ha reiterado el llamamiento de Washington «para el fin de la violencia cometida contra civiles por parte de todas las partes en conflicto».
Asimismo, ha argüido que «cualquier solución duradera al conflicto debe contemplar la rendición de cuentas por parte de los responsables de atrocidades» y ha pedido a todas las partes que «avancen hacia un alto el fuego negociado y sostenible, incluidos los necesarios acuerdos de seguridad». «Estados Unidos seguirá haciendo todo lo posible para asistir y ayudar a la población de Etiopía a avanzar hacia un futuro pacífico», ha remachado.
El Gobierno etiope anunció el jueves la declaración de una «tregua humanitaria indefinida» que entra en vigor «de forma inmediata», en el marco del conflicto desatado en noviembre de 2020 con el TPLF, y destacó que esta decisión «sólo podrá tener el resultado deseado de mejorar la situación humanitaria sobre el terreno si la otra parte (el TPLF) responde de forma recíproca».
Horas después, el grupo publicó un comunicado en el que se mostró dispuesto a aplicar un «cese de las hostilidades de forma inmediata», siempre y cuando el Gobierno de Etiopía facilite asistencia humanitaria «acorde con las necesidades». Asimismo, el TPLF sostuvo que «siempre» ha estado abierto a un proceso de paz.
«Hacemos un llamamiento a las autoridades etíopes para que vayan más allá de promesas vacías y tomen medidas concretas para facilitar el acceso humanitario sin restricciones a Tigray», dijo el grupo, que era el partido gubernamental en Tigray antes de que estallara la guerra, antes de destacar que hará «todo lo posible por darle una oportunidad a la paz».
Las autoridades etíopes anunciaron el 24 de diciembre que no realizarían nuevos avances contra el TPLF en Tigray, tras una ofensiva que en las semanas previas permitió al Gobierno recuperar los territorios que controlaba el grupo en las regiones de Amhara y Afar, si bien el grupo atacó posteriormente estas zonas denunciando el bloqueo de Adís Abeba y la continuación de los bombardeos contra la región.
El conflicto en Etiopía estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en Mekelle, tras lo que el primer ministro, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo.
El TPLF acusa a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.