SAN SALVADOR (AP) — Las autoridades de seguridad de El Salvador informaron el lunes que durante el fin de semana detuvieron a más de 600 pandilleros por un repunte de la violencia que obligó al gobierno a decretar el estado de excepción luego de que en tres días se reportaran 87 asesinatos.
“¡Casi 600 capturas en solo dos días… y el régimen de excepción dura 30 días, prorrogables! Y no crean que saldrán libres”, publicó el presidente Nayib Bukele en su cuenta oficial de Twitter.
La Policía Nacional Civil (PNC) reportó que el domingo se registró una reducción de los asesinatos, al confirmar 11 en siete de los 14 departamentos del país.
Fuerzas combinadas de la policía y soldados ingresaron la noche del domingo a la comunidad El Pino en el municipio de Santa Tecla, ubicado en la periferia sur de la capital, un lugar conocido como “zona de control” de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13).
“Estamos acá en la comunidad El Pino, como también estamos en el oriente y occidente del país, y vamos detrás no solamente de éstos que han cometido esta barbarie de subir los asesinatos que es lo más cruel y cobarde”, dijo el director de la PNC, comisionado Mauricio Arriaza Chicas.
Las capturas, patrullajes y allanamientos en populosos barrios con presencia de pandillas continúan. Las autoridades hacen registros casa por casa y no se permite el ingreso ni salida de nadie.
La comunidad El Pinto fue declarada zona de paz cuando estuvo vigente la tregua entre las pandillas, avalada por las autoridades, durante el gobierno del expresidente Mauricio Funes del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, que gobernó de 2009 a 2014.
A solicitud del presidente Bukele el Congreso aprobó el estado de excepción, que limita la libertad de asociación, suspende el derecho que tiene una persona detenida a ser debidamente informada de sus derechos y razones del arresto, así como a la asistencia de un abogado en el proceso; amplía de 72 horas a 15 días el plazo de detención administrativa y permite a las autoridades intervenir la correspondencia y celulares de quienes consideren sospechosos.
La suspensión de garantías constitucionales no afecta a la libertad de expresión o libre circulación.
La medida durará 30 días, aunque se podrá extender por otro mes si continúan las circunstancias que la motivaron.
Bukele también ordenó que se decrete la emergencia máxima en todas las cárceles donde cumplen condenas los miembros de las pandillas, a los que responsabiliza por la reciente ola de violencia.
Los cabecillas e integrantes de las pandillas cumplen condenas de más de 60 años y ahora permanecerán encerrados en sus celdas las 24 horas. El director de Centros Penales, Osiris Luna, informó en Twitter que, por orden del presidente, los pandilleros sólo “tendrán dos tiempos de comida al día”.
“Si la comunidad internacional está preocupada por sus angelitos, vengan y tráiganles comida, porque yo no le quitaré presupuesto a las escuelas para darles de comer a terroristas”, dijo Bukele en Twitter.