TEGUCIGALPA (AP) — La Corte Suprema de Justicia de Honduras rechazó el lunes una apelación presentada por la defensa del expresidente Juan Orlando Hernández para intentar frenar su extradición a Estados Unidos. La decisión allana el camino para que sea enviado a ese país, donde enfrenta tres cargos: dos por delitos relacionados con el tráfico de drogas y uno con el uso de armas.
En conferencia de prensa, Melvin Duarte, director de comunicaciones de la Corte Suprema, dijo que la decisión del pleno de los magistrados confirma la decisión del juez que concedió la extradición y aclaró que ya no le queda ningún recurso a la defensa de Hernández.
Horas antes de conocer la decisión del pleno, el exmandatario divulgó una carta en la que dijo estar viviendo “momentos duros” y que piensa en la posibilidad de no volver a ver a sus nietas ni entregar a sus hijas cuando decidan casarse.
“Todo cambió, todos los planes que tenía para mi retiro después de tantos años de trabajo. Al final concluyo en la posibilidad de que al enfrentar cargos por tres cadenas perpetuas, podría llegar a convertirme en un muerto en vida”, escribió. Agregó que es inocente y “víctima de una venganza y una conspiración. Estoy seguro que Dios me hará justicia”, reiteró en la carta que fue divulgada por su esposa, la ex primera dama Ana García de Hernández.
La esposa del exgobernante llegó a la Corte Suprema junto a sus dos hijas y a decenas de seguidores de Hernández y se puso a orar afuera del edificio judicial.
Duarte explicó que en las próximas horas saldrá el acta de la Secretaría General de la Corte Suprema y que es responsabilidad del juez natural realizar las comunicaciones a los órganos de seguridad para que realicen la entrega a Estados Unidos. “El tiempo que demore en relación a las coordinaciones de entrega ya es una tarea en la que la Corte no tienen ninguna acción que realizar”, comentó, por lo que será la Secretaría de Seguridad la que entregue al exgobernante a la justicia estadounidense.
Iván Martínez, uno de los abogados del expresidente Hernández, dijo a The Associated Press que “aunque no compartamos ninguna de las decisiones que tome un tribunal colegiado, como es el pleno de la Corte, tenemos que respetarla, ese es el Estado de Derecho”. A su criterio, todavía la defensa puede interponer la acción de amparo que es un recurso extraordinario, pero que eso dependerá de lo que diga la familia de Hernández y el análisis de todo el grupo de defensa.
El abogado penalista Héctor Durán explicó que la defensa del exgobernante puede interponer la acción de amparo porque es un derecho, pero que el procedimiento de extradiciones no permite presentar otro recurso contra la resolución de la apelación. “Si ellos presentan el amparo, no pueden suspender el acto reclamado (extradición), es decir, que siempre se va a ir, porque lo van a declarar sin lugar ya que no le han violentado ninguna garantía o derecho fundamental”.
Hernández fue capturado el 15 de febrero en su residencia de la capital un día después de que Washington enviara a Honduras la solicitud de arresto preventivo con propósito de extradición. Desde entonces se encuentra preso en una instalación policial. Fue mencionado repetidamente en las acusaciones de la fiscalía estadounidense contra hondureños que supuestamente participaron en el tráfico de drogas.
En octubre un jurado declaró culpable y condenó a cadena perpetua por tráfico de drogas a su hermano, “Tony” Hernández, en un juicio que salpicó al entonces mandatario, ya que los fiscales dijeron que el presidente recibió fondos de narcos para financiar sus campañas electorales y comprar los votos de diputados para lograr ser presidente del Congreso y más adelante del país.
En 2019 los fiscales acusaron al mandatario de usar millón y medio de dólares del tráfico de drogas para lograr ganar la presidencia en 2013.
Hernández siempre ha declarado que las acusaciones en su contra por parte de criminales confesos en Estados Unidos son en venganza por la lucha que él emprendió contra el narcotráfico en Honduras.