SAN JOSÉ (AP) — El exsacerdote católico Mauricio Víquez Lizano fue sentenciado el miércoles a 20 años de prisión en Costa Rica por violación agravada y abuso sexual en un caso que se remonta al año 2003.
La Fiscalía Adjunta de Género de San José acreditó ante los tribunales de justicia que Víquez abusó sexualmente de un niño de 11 años cuando estaba a cargo de una parroquia en la localidad de Patarrá de Desamparados, al sur de la capital costarricense.
“La Fiscalía demostró que Víquez se aprovechó de su posición de poder, autoridad, relación de confianza con la víctima y de su condición de sacerdote para cometer las agresiones sexuales en perjuicio de la persona ofendida”, informó el Poder Judicial sobre la sentencia.
El caso de Víquez causó revuelo e indignación en Costa Rica porque el sacerdote era conocido por ser vocero de la Iglesia católica local en temas de familia.
Al conocerse las denuncias en su contra Víquez huyó de Costa Rica a Nuevo León, México, hasta fines de 2018.
El sacerdote fue expulsado del clero en febrero de 2019 y se giró una orden de captura internacional en su contra. Finalmente fue detenido en agosto de ese año, pero su regreso a Costa Rica se produjo recién en abril de 2021.
Una vez en el país Víquez purgó prisión preventiva mientras aguardaba el juicio. El exsacerdote puede apelar la sentencia.
Por el caso también fue señalado el actual arzobispo de San José, José Rafael Quirós, a quien las víctimas acusaron de conocer las denuncias contra Víquez y encubrirlo.
Estos señalamientos provocaron que Quirós no pudiera asistir al encuentro convocado por el papa Francisco en 2019 para tratar precisamente el tema de los abusos sexuales en la Iglesia católica.
El caso de Víquez también motivó una reforma de la ley en Costa Rica que amplió el plazo de prescripción de los delitos de abuso de menores de 10 a 25 años.
