En un poblado en las afueras de Kiev, los habitantes escudriñan los escombros de sus casas destruidas en busca de objetos personales. Serhiy Malyshenko, veterano de la guerra soviética en Afganistán, sostiene sus medallas militares ennegrecidas por la artillería de las fuerzas rusas.
Soldados y otro personal consuelan a ancianos ucranianos consternados que han sido evacuados de Irpín —un suburbio crucial al noroeste de la capital, en el que se han librado intensos enfrentamientos— a su llegada a un centro de asistencia en el poblado de Yasnohorodka.
En un zoológico privado de la localidad, trabajadores y soldados intentan evacuar a los animales sobrevivientes, forcejeando con avestruces y trasladando a un poni estresado a un camión. Se vieron obligados a suspender sus labores cuando se reanudó el fuego de artillería entre las fuerzas rusas y ucranianas en la zona.
Rusia bombardeó áreas alrededor de Kiev apenas horas después de que se comprometió a reducir sus operaciones militares para generar confianza entre ambos bandos, dijeron autoridades ucranianas.