MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El neurocirujano Pablo Clavel, especializado en columna y cráneo, ha advertido a los pilotos de F1 sobre el efecto ‘porpoising’ que se ha añadido esta temporada a los nuevos monoplazas del Mundial, un movimiento que podría «dar lugar a lesiones ligamentosas o discales cervicales con el tiempo».
El experto ha indicado que la columna se ve sometida a un stress biomecánico excesivo aunque reconoce que los pilotos cuentan con una musculatura cervical muy entrenada. En cada paso de curva soportan fuerzas de hasta seis veces la gravedad y en caso de impacto pueden llegar a 47 o incluso 72 veces.
En este sentido, desde el año 2003, es obligatorio el uso del HANS (Head and Neck Support), una especie de collarín cervical posterior que además de proteger a la columna cervical de un movimiento brusco posterior, evita una aceleración excesiva hacia delante de la cabeza, impidiendo con ello lesiones cervicales de dislocamiento como las que se especula que fueron la causa de la muerte de Ayrton Senna en 1994.
«Lo que estamos viendo con los nuevos coches de Fórmula 1 son movimientos repetidos de flexión y extensión en recta que son el resultado una aspiración o succión del coche hacia el suelo con el rebote consecutivo y que los ingenieros y escuderías se están esforzando en mitigar», ha comentado el profesional del Instituto Clavel.
Por el momento, algunos pilotos, como Carlos Sainz (Ferrari), Fernando Alonso (Alpine), Esteban Ocon (Alpine), y Charles Leclerc (Ferrari), han reconocido mareos, malestar y dolores de cabeza pero no un aumento del dolor cervical. «Lo que es seguro es que los pilotos tendrán que seguir entrenando con intensidad su musculatura cervical», ha subrayado Pablo Clavel.