MADRID, 5 (Portaltic/EP)
El 85 por ciento de los usuarios españoles quiere decidir por sí mismo el tipo de ‘router’ de Internet que utiliza en el hogar, pero solo el 20 por ciento navega con uno propio.
Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado un estudio reciente realizado por la Alianza de Fabricantes de Equipos Terminales de Comunicaciones (VTKE), titulado ‘Libertad de elección del terminal de comunicaciones’, para el que se ha encuestado a ciudadanos de España, Finlandia, Italia, Alemania, Austria, Bélgica y Países Bajos.
En este informe se refleja que, si existiera libre elección de ‘router’, como ya sucede en países como Alemania o Italia, el 38 por ciento de los encuestados compraría uno propio la próxima vez que se vea en la necesidad de renovarlo.
En estos países de la Unión Europea, entre los que también se encuentran Finlandia y Países Bajos, ya se recoge el derecho de los usuarios finales a la libre elección del equipo terminal en la aplicación del reglamento UE 2015/2120 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de noviembre de 2015, sobre las medidas en relación con el acceso a una Internet abierta, más conocido como Reglamento de Neutralidad de la Red.
Esto significa que en estos Estados los clientes pueden elegir el terminal que consideren para la conexión de red fija que contratan, con la misma libertad que escogen el teléfono móvil que más se adecúe a sus necesidades.
Sin embargo, al contrario que en estos países, en España actualmente cuando un consumidor contrata un servicio de accceso a Internet fijo (ya sea mediante fibra óptica, cable, DSL o radio), es el proveedor de Internet quien proporciona el dispositivo de acceso, ONT o terminal de red óptica, ‘router’ o módem.
A pesar de que los clientes pueden utilizar otro dispositivo que no pertenezca a la compañía telefónica que ha contratado, son muchas las trabas que ponen los proveedores de Internet para ofrecer su servicio.
De este modo, los operadores de red imponen a sus clientes el terminal que deben utilizar en su conexión de banda ancha y, en coasiones, se niegan a entregar los datos de acceso a sus clientes y evitan la publicación de especificaciones de sus puertos de acceso a la red.
Por este motivo, a pesar de que el 85 por ciento de los usuarios en España encuestados considera que la libertad de elección del router es importante, solo el 20 por ciento de ellos afirma usar su propio dispositivo.
EFECTOS DE LA IMPOSICIÓN DEL ROUTER
En este análisis, la VTKE busca demostrar que la elección del módem no se debe a una cuestión estética, sino que también existe una serie de riesgos derivados de la imposición de este dispositivo por parte de las compañías telefónicas.
El primero de ellos es la restricción de la elección de los clientes, que no pueden utilizar el terminal que ellos desean en su conexión a Internet y que, en muchas ocasiones, cuentan con terminales con funciones limitadas o con menos potencia que los que se pueden encontrar en el mercado.
También se presentan dificultades para la protección de datos, puesto que si los terminales y su función de conmutación local forman parte de la red pública de transporte de telecomunicaciones, acciones como el envío de mensajes de la red WiFi pasarían a ser una comunicación pública. Eso significa que el operador de red podría acceder potencialmente a esta información.
Además, el ‘router’ posee datos técnicos de carácter confidencial, como la lista de todos los dispositivos disponibles dentro de la red privada. De esta manera, esta información también estaría, en teoría, a disposición del operador de red.
La obligación de utilizar un determinado ‘router’ también conduce a que, si hubiese problemas con la seguridad de un terminal, se verían afectados un elevado número de dispositivos. Los usuarios finales deberían esperar a que su operador de red solucionase el error, en lugar de poder cambiar libremente a otro dispositivo.
Por último, en este informe apuntan a que la restricción de la libertad para elegir terminales genera obstáculos para la libre competencia en una economía de libre mercado. De esa forma, se alargan los ciclos de innovación y los clientes no se benefician de ella.
Para restaurar esta libre elección de terminal, en este estudio se llega a la conclusión de que las autoridades competentes deberían velar por la correcta aplicación de la legislación actual.
Esta regula el derecho del usuario final a la libre elección del terminal, el derecho de conexión y la obligación de los operadores de red a publicar las especificaciones de los puertos de conexión.
Por otro lado, los operadores de red deberían tener la obligación de entregar todos los datos de acceso y registro del terminal y también aquellos necesarios para el uso de sus servicios.