NICOSIA, Chipre (AP) — Chipre se apresta a relajar sus restricciones implementadas por la pandemia de COVID-19 a medida que se aproxima la temporada veraniega. La nación retirará la orden de uso de mascarillas en exteriores y la obligación de mostrar un certificado de vacunación o de recuperación de una infección para trabajar y hacer compras.
El ministro de Salud Michalis Hadjipantela dijo el jueves que la orden de uso de mascarillas ya no será obligatoria a partir del 11 de abril. Una semana después, los certificados de recuperación o vacunación dejarán de ser necesarios para ir de compras o a trabajar, salvo para los empleados de casas para ancianos, clínicas y hospitales.
También a partir de la próxima semana, ya no se pedirán certificados para ingresar a las oficinas del gobierno, museos, galerías de arte, sitios de construcción, bazares y festivales.
Y la próxima semana, la gente que contrajo el virus regresará a la rutina tras una semana de aislamiento sin necesidad de mostrar una prueba rápida, siempre y cuando ya no muestren síntomas. El aislamiento para aquellos considerados como contactos cercanos de personas contagiadas y que no muestren síntomas se reducirá de siete a cinco días.
Los cines y teatros también volverán a operar al 100% de su capacidad y el porcentaje de empleados del gobierno que trabajen desde casa caerá a 25%.
La nación isleña del este del mar Mediterráneo ha registrado tasas de infecciones más altas durante los últimos tres meses, pero sin un aumento significativo en el número de casos graves que requieren hospitalización.
Hadjipantela pidió al público que no vea la relajación de las restricciones como el fin de la pandemia.