A CORUÑA, 7 (EUROPA PRESS)
La Policía Nacional ha arrestado en A Coruña a un hombre que tenía una orden internacional de detención por haber matado a otro varón en Brasil en el año 2017, cuando «ejercía de sicario» de una organización dedicada el tráfico de cocaína.
Según ha informado la Policía, las investigaciones se iniciaron cuando los agentes tuvieron conocimiento de la posible presencia en España de este fugitivo buscado por las autoridades brasileñas, acusado de un delito de asesinato.
El hombre había cambiado la disposición de sus apellidos utilizando el orden establecido en España en vez de el de Brasil para evitar ser descubierto por las autoridades nacionales o internacionales. Con esa identidad, había comenzado a regularizar su situación administrativa ante las autoridades españolas.
La Policía señala que, realizadas las gestiones de cooperación internacional, se determinó que efectivamente podía estar residiendo en España, en concreto en Galicia, donde el hombre había dejado rastro de haber residido en diferentes provincias.
Finalmente, los investigadores consiguieron localizar un domicilio en A Coruña en el que podría estar residiendo, aunque sin figurar en ningún tipo de inscripción oficial. En este lugar se estableció un dispositivo de vigilancia que terminó con la detención de esta persona cuando se introducía en el portal de la vivienda. En el momento del arresto, según señala la Policía, el hombre mostró una «fuerte» oposición a la detención.
CULTIVO Y VENTA DE MARIHUANA
La Policía señala que el detenido comenzó su actividad delictiva en su localidad natal de Campo Largo (Brasil) cuando se dedicaba al cultivo y venta de marihuana. Posteriormente, se integró en una organización criminal dedicada al tráfico de cocaína.
Asimismo, indica que, en el mes de julio de 2017, «ejerciendo como sicario de dicho grupo delictivo», el fugitivo causó la muerte por encargo de una persona tras dispararle en varias ocasiones con un arma de fuego, motivo por el cual tuvo que abandonar su localidad natal y se refugió con varios familiares en Manchester (Reino Unido).
Tras el suceso, se activó la correspondiente orden internacional de detención, por la que la Corte Penal de Campo Largo solicitó su detención, siendo condenado a una pena máxima de prisión de 30 años.
El detenido pasó a disposición del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, que decretó su ingreso en el Centro Penitenciario de Teixeiro (A Coruña).
