MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El presidente y el primer ministro de Somalia, Mohamed Abdulahi Mohamed y Mohamed Husein Roble, respectivamente, han protagonizado un nuevo enfrentamiento público en torno a la decisión del Gobierno de expulsar al jefe de la Misión de Transición de la Unión Africana en Somalia (ATMIS), Francisco Madeira.
La oficina de Roble publicó a última hora del miércoles un comunicado para confirmar que había notificado a la Comisión de la Unión Africana (UA) que Madeira había sido declarado ‘persona non grata’ por «participar en actos incompatibles con su estatus».
Así, dio a Madeira 48 horas para abandonar el país y aplaudió la creación de la ATMIS, al tiempo que mostró su disposición a trabajar con «el nuevo jefe de la misión», después de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas diera ‘luz verde’ a su creación la semana pasada.
En respuesta, la Presidencia ha afirmado que el mandatario’ conocido popularmente como ‘Farmajo’, «no ha recibido quejas de interferencia en su soberanía y no respalda ninguna acción ilegal contra Madeira».
«Nuestra política exterior no está anclada en emociones e intereses ocultos y valoramos a todos nuestros socios en el proceso de edificación del Estado», ha manifestado Villa Somalia en una serie de mensajes publicados en su cuenta en la red social Twitter.
En esta línea, ha mostrado «el aprecio» de Mogadiscio al «sólido papel y sacrificio» de la UA para lograr «la paz y la estabilidad» en Somalia, al tiempo que ha ordenado al Ministerio de Exteriores que «se disculpe ante la UA por la decisión ilegítima y y temeraria por parte de una oficina no autorizada».
«El presidente es el guardián y custodio de la soberanía del país. Los pasos relativos a los lazos con países e instituciones multilaterales deben llevarse a cabo en consulta y con el espíritu de no interferencia con nuestros socios», ha remachado.
El anuncio de Roble llegó después de que se filtrara una grabación en la que el diplomático mozambiqueño criticaba al primer ministro y en el que afirmaba que Roble trabajaba con la oposición para minar el poder de ‘Farmajo’, cuyo mandato finalizó en febrero de 2021 y quien sigue en el cargo ante la ausencia de elecciones.
La ATMIS vio la luz la semana pasada y su formación fue aplaudida el miércoles por el secretario general de la ONU, António Guterres, quien mostró su «apoyo total» a la misión y a las fuerzas de seguridad somalíes en su lucha contra el grupo terrorista Al Shabaab.
Somalia debió haber iniciado en diciembre de 2020 un proceso electoral con la selección de los miembros del Parlamento, que debían haber elegido en enero al nuevo presidente. La oposición ha acusado al mandatario de bloquear el proceso para mantenerse en el poder de forma anticonstitucional.
En un primer momento, el presidente dejó en manos de Roble la celebración de los comicios y así apartarse de la luz pública. Sin embargo, el mandatario anunció el 27 de diciembre que «suspendía» nuevamente las competencias del primer ministro, tras lo que militares alineados con el presidente tomaron el control de la oficina de Roble para evitar que acudiera a continuar con su trabajo.
Pese a ello, Roble logró entrar en su oficina con apoyo militar y el respaldo de efectivos de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), tras lo que denunció la «indignante» decisión del «expresidente» y aseguró que había asumido el mando del Ejército, al tiempo que acusó a ‘Farmajo’ de «un intento deliberado de derrocar al Gobierno».