El grupo critica a «miembros» de la comunidad internacional por aceptar la «narrativa ficticia» de Etiopía
MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) ha denunciado que el cese de hostilidades decretado para entregar ayuda a Tigray (norte) no ha derivado en un incremento de la entrega de ayuda humanitaria y ha denunciado que es usado por el Gobierno «para intensificar el brutal bloqueo» contra la región.
«Durante las últimas dos semanas, sólo 26 camiones con suministros han llegado a Tigray. Este hecho da pruebas incontestables de que el acuerdo para el cese de hostilidades está siendo usado para intensificar el brutal bloqueo a Tigray», ha dicho.
Así, ha denunciado que las autoridades etíopes siguen publicando «comunicados falsos» sobre «el aumento de la ayuda humanitaria» y ha cargado contra «algunos miembros de la comunidad internacional» que «se hacen eco de la narrativa ficticia del régimen de (el primer ministro) Abiy (Ahmed)».
El TPLF ha subrayado que estos miembros de la comunidad internacional «son cómplices de la continuación del violento bloqueo a Tigray y del consecuente uso del hambre y la enfermedad como herramientas de guerra».
Por ello, ha pedido el fin de estas «afirmaciones irresponsables» y ha reclamado que «la entrega de ayuda humanitaria sin obstrucciones sea separada de asuntos políticos», al tiempo que ha advertido de que el cese de hostilidades «no tendría significado» si no deriva inmediatamente en la entrega de ayuda.
El grupo ha apuntado que ha cumplido hasta la fecha con el acuerdo y ha dicho que «dejó claro en su momento que haría todo lo que estuviera en su mano para generar condiciones propicias en las que el pueblo recibiera ayuda humanitaria internacional ante las vastas necesidades sobre el terreno en un plazo de tiempo razonable».
Por todo ello, ha solicitado a la comunidad internacional que «ejerza las presiones adecuadas sobre el régimen para poner fin a los juegos de palabras, retirar el brutal bloqueo a Tigray y continuar los servicios sociales suspendidos».
El Gobierno y el TPLF han intercambiado acusaciones sobre la escasa entrega de ayuda a Tigray desde el anuncio del acuerdo del cese de hostilidades. Así, Adís Abeba dijo la semana pasada que «ha llevado a cabo una serie de acciones» para entregar ayuda humanitaria en la región y lamentó que «no ha podido lograr la cooperación de la otra parte», antes de acusar al TPLF de forzar el cierre de la carretera de Abala e impedir el paso de ayuda humanitaria.
Por su parte, el TPLF resaltó que ha estado cumpliendo su parte y acusó a las autoridades etíopes de no entregar ayuda. «Las autoridades etíopes siguen saturando las ondas con afirmaciones falsas sobre la entrega a diario de ayuda humanitaria a Tigray», manifestó el grupo.
El conflicto en Etiopía estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en Mekelle, tras lo que el primer ministro ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo.
El TPLF acusa a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.