Israel denuncia un ataque palestino contra la tumba del patriarca José, símbolo de convivencia religiosa venerado por todas las comunidades
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Al menos seis palestinos han resultado heridos y otros 13 han sido detenidos en una nueva operación del Ejército israelí en la localidad cisjordana de Yenín, la segunda en menos de 48 horas en relación al atentado terrorista del viernes en Tel Aviv, que dejó al menos tres muertos y una decena de heridos.
Si la operación del sábado, que se saldó con al menos un palestino muerto, tenía como objetivo el interrogatorio de los familiares del identificado como autor del atentado, Raad Hazem, este domingo el Ejército israelí ha practicado una incursión en busca de los familiares del autor de otro ataque terrorista, Diaa Hamarsheh, responsable de la muerte de cinco personas el 28 de marzo en la ciudad de Bnei Brak, en las afueras de Tel Aviv.
El palestino fallecido el sábado fue identificado por Israel como Ahmed al Saadi, un presunto integrante de la organización terrorista Yihad Islámica, muerto de un disparo en la cabeza y otro en el pecho.
Las operaciones de este domingo también se han extendido a la localidad palestina de Yabad y al campo de refugiados de Nablús. Según el Ejército israelí, durante sus incursiones las fuerzas encontraron municiones y uno o más uniformes militares en la casa de uno de los sospechosos, así como un artefacto explosivo «que se usaría para llevar a cabo un ataque» en uno de los domicilios asaltados.
Tras la operación, el Gobierno palestino ha denunciado al menos 13 palestinos arrestados, incluidos dos menores de 14 años, y otros seis heridos, antes de acusar a los militares israelíes de usar munición letal, granadas aturdidoras y gases lacrimógenos, informa la agencia oficial de noticias palestina Wafa. De momento ninguno de los heridos corre peligro de muerte.
ATAQUE EN LA TUMBA DE JOSÉ
La tensión ha aumentado durante este fin de semana en Cisjordania. Cada incursión israelí se ha saldado con violentos enfrentamientos contra los palestinos y esta pasada noche las fuerzas de seguridad israelíes han denunciado que presuntos «alborotadores palestinos» han destruido parte del santuario de la tumba del patriarca bíblico José, cerca de Nablús.
El ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, ha descrito la incursión como un «evento destructivo extremadamente grave» y un «dduro golpe para la libertad de culto en uno de los lugares más sagrados para todos los judíos, y para el pueblo israelí en general, especialmente en medio de la festividad musulmana del Ramadán», según un comunicado recogido por el diario israelí ‘Yedioth Aharonoth’.
«Israel se asegurará de reparar el monumento, devolverlo rápidamente a su estado anterior y actuará con todos los medios para que un evento como este no vuelva a ocurrir», ha añadido.
Gantz ha aprovechado para «transmitir un contundente mensaje a la Autoridad Palestina esta mañana» para que «refuerce su presencia de inmediato en el lugar, y actúe contra los alborotadores y terroristas que dificultan la estabilidad, la seguridad y los lugares sagrados».
El mausoleo del patriarca bíblico — uno de los 12 hijos de Jacob y Raquel, nieto de Abraham, según se explica en el Libro del Génesis — se encuentra en la denominada zona A, según los acuerdos de Oslo de 1993, controlada por los palestinos, y pese a que el Ejército de Israel dejó de custodiar este rico yacimiento arqueológico en el 2000 tras el comienzo de la segunda Intifada palestina, supervisa el acceso de fieles judíos en coordinación con la Autordidad Palestina.
Las visitas de los judíos son consideradas por algunos palestinos como una provocación y un intento de los hebreos de hacerse con el control del lugar, que ha sido escenario de frecuentes enfrentamientos entre ambas partes. Sin embargo, el mounumento es también un lugar sagrado para las comunidades musulmana y cristiana.