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La sequía ha dejado a casi el 40 por ciento de la población de Somalía al borde del hambre

Las agencias humanitarias de la ONU han advertido este lunes de que la persistente sequía, el aumento de los precios de los alimentos y la falta de financiación de programas humanitarios ha dejado a casi la mitad de la población somalí al borde del hambre.

PMA/MICHAEL TEWELDE - Archivo (PMA/MICHAEL TEWELDE/Europa Press)

MADRID, 12 (EUROPA PRESS)

Las agencias humanitarias de la ONU han advertido este lunes de que la persistente sequía, el aumento de los precios de los alimentos y la falta de financiación de programas humanitarios ha dejado a casi la mitad de la población somalí al borde del hambre.

«Literalmente vamos a tener que empezar a quitar comida a los hambrientos para alimentar a los que se mueren de hambre», ha señalado el representante del Programa Mundial de Almentos (PMA) para Somalia, Khidir Daloum. «Estamos al borde de una catástrofe humanitaria en Somalia», ha advertido.

Un informe reciente de la Clasificación Integrada por Fases de Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés), ha revelado que seis millones de somalíes, casi el 40 por ciento de la población, se encuentra en niveles extremos de inseguridad alimentaria y se han contabilizado hasta seis bolsas concretas en las que se dan las condiciones de hambruna. Ello supone duplicar los números en comparación con las cifras de principios de año.

«La proyección del riesgo de hambruna en seis regiones es muy preocupante. Debería servir de advertencia si realmente estábamos con el ‘nunca más’ de 2011. La realidad es que el tiempo corre en nuestra contra y se pueden perder muchas más vidas si no hay más financiación», ha afirmado Adam Abdelmoula, adjunto al representante especial del secretario general de la ONU, António Guterres, y coordinador humanitario de las agencias de la ONU para Somalia.

«Pido a las autoridades y a nuestros socios una respuesta decidida que ayude a incrementar los recursos ante las crecientes necesidades, que salve más vidas y rescate más formas de vida de la gente de Somalia», ha añadido Abdelmoula.

Estas agencias están ayudando a casi dos millones de personas a fecha de febrero de 2022, pero la falta de financiación impide responder al agravamiento de la situación, que comparan con la de 2011, cuando la hambruna mató a 250.000 personas.

«Las necesidades cada vez mayores aumentan a un ritmo mayor que la ayuda humanitaria», han advertido en un comunicado conjunto la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Por ello, estas agencias han pedido una «inyección inmediata» de fondos para que los programas ya en marcha puedan salvar vidas en el país africano.

«Quiero subrayar que aún no es demasiado tarde. La financiación que recibamos hoy puede evitar lo peor, pero tiene que llegar a una escala mayor y recibirse muy pronto», ha apuntado por su parte el representante de la FAO en Somalia, Etienne Peterschmitt.

1,4 MILLONES DE NIÑOS CON MALNUTRICIÓN AGUDA PARA FIN DE AÑO

Los menores de cinco años están entre los sectores de población más vulnerables ante esta situación de sequía y el acceso a alimentos y leche es cada vez menor debido al aumento de los precios y a la pérdida de ganado.

Casi 1,4 millones de niños tendrán malnutrición aguda para finales de año y una cuarta parte –330.000– tendrán malnutrición aguda-severa. «Hay vidas de niños en juego. Si no se tapa el agujero en la financiación las tasas de malnutrición seguirán aumentando y los niños tendrán malnutrición grave y enfermedades evitables. Si perdemos niños por hambre, será también una pérdida de humanidad», ha explicado por su parte la responsable de UNICEF para Somalia, Angela Kearney.

El Plan de Respuesta Humanitaria de 2022 solicitó 1.500 millones de dólares, pero solo se ha cubierto el 4,4 por ciento de esta cantidad ante la competencia que tiene que afrontar Somalia con otras emergencias globales, han señalado las agencias de la ONU.

Para que se declare la hambruna, una región tiene que tener al menos al 20 por ciento de su población en situación de catástrofe (IPC Fase 5) y los estudios apuntan a que en al menos seis regiones el porcentaje está entre el 5 y el 10 por ciento de la población, con unas 81.000 personas en situación de hambre.

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