El papa emérito Benedicto XVI cumplió 95 años recibiendo felicitaciones de todo el mundo en el monasterio Mater Ecclesiae donde se apartó tras su renuncia en febrero de 2013, débil físicamente pero siempre lúcido, aseguró recientemente su secretario personal, Georg Gänswein.
Hace algunos días, Gänswein, quien fue su histórico secretario y continúa siéndolo ahora y se ocupa de todas sus gestiones, concedió una entrevista a la revista italiana Oggi en la que explicaba que el papa alemán está “débil en lo físico, pero la cabeza siempre le funciona muy bien”.
Y que le ayuda ser “metódico” en su día a día, concelebrando la misa a la 7:30 horas para después escuchar música en su sofá y que incluso “ha retomado su habitual paseo por los Jardines Vaticanos”, aseguraba.
Hace algunas semanas, una revista publicó algunas fotos del Joseph Ratzinger que en silla de ruedas paseaba por los jardines vaticanos siempre de blanco y ataviado con una gorra para repararse del sol.
La última foto que se tiene del papa emérito es de poco más de un mes cuando el 7 de marzo se le entregó en su residencia el volumen VIII/1 de su Opera omnia, ‘La Iglesia, signo entre los pueblos’, editado por la Editorial Vaticana y aparecía sentado en un sillón rodeado de sus invitados.
«El Papa Francisco ha ido al Monasterio Mater Ecclesiae, para visitar al Papa emérito por su 95 cumpleaños», ha señalado la oficina de prensa del Vaticano en un comunicado. «Después de una breve y cariñosa conversación, y tras haber rezado juntos, el Papa Francisco ha regresado a Casa Santa Marta», ha agregado.
Benedicto XVI, el teólogo de Europa, festejó su cumpleaños en el convento Mater Ecclesiae del Vaticano de manera íntima y discreta, de la misma manera en la que vive desde que hace más de nueve años cuando renunció al pontificado.
Según las últimas informaciones sobre su salud, el Papa emérito está «débil físicamente», pero mantiene lúcida la mente que «funciona» a pleno rendimiento, según aseguró en una entrevista con el periódico italiano Oggi su secretario personal, el arzobispo alemán Georg Gänswein. «El Papa Benedicto está débil físicamente, pero la mente funciona muy bien», indicó su secretario en quien ha delegado cualquier comentario ante la prensa.
