MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Nemesio Rodríguez, analiza la situación de los periodistas españoles y profesionales colaboradores de los medios, que se han desplazado a Ucrania para dar cobertura a la guerra tras la invasión del país por parte de Rusia. «Ninguna información, por muy exclusiva que sea, puede costar una vida», avisa.
En una entrevista concedida a Europa Press, Rodríguez alerta de que los riesgos que corren los periodistas son «enormes» porque «lo que está en juego es su propia vida». «Estamos en una guerra y toda guerra origina víctimas. Algunos periodistas han acudido al escenario del conflicto sin protección alguna (chalecos y cascos), sin seguros de vida, e incluso sin un acuerdo previo con un medio», detalla.
En este contexto, el presidente de la FAPE apela a los medios de comunicación a que «sitúen como prioritaria la seguridad de los periodistas y fotorreporteros y faciliten la máxima protección, con seguro de vida incluido, a los que están trabajando para ellos, ya sean fijos o colaboradores». «Los periodistas y fotorreporteros deben poder cumplir su misión de informar al público con total seguridad», subraya.
Respecto al caso de los profesionales rusos, Nemesio Rodríguez destaca que «sin duda hay periodistas y medios rusos que tratan de informar de forma independiente, desafiando la censura» y añade que «son dignos de admiración».
Sin embargo, el presidente de la FAPE apunta que también hay otros que «siguen con entusiasmo las consignas oficiales, cumpliendo fielmente las órdenes de Putin para desinformar, manipular y tergiversas los hechos». «La primera víctima de una guerra siempre es la verdad y el presidente ruso está aplicando a conciencia esta máxima», recalca.
«En la época de los hechos alternativos, de la desinformación, los bulos y las mentiras, las guerras no solo se combaten con tanques, aviones y misiles. En una sociedad sometida al férreo control de la información, como es la rusa, y en la que cualquier intento de sortear las consignas oficiales es reprimido inmediatamente, la libertad de expresión y de información desaparece y se impone la manipulación más descarada», declara Rodríguez.
El periodista añade en este punto que, de acuerdo a la Federación Internacional de Periodistas (FIP), a la que pertenece la FAPE, los medios rusos «venían ya sufriendo muchas presiones en los últimos años, presiones que han aumentado desde el comienzo de la invasión de Ucrania». «Varios medios rusos independientes han sido cerrados», argumenta.
En relación con la censura a los medios rusos en Europa, el presidente de la FAPE sostiene que «la censura es la mayor amenaza a la libertad de expresión y a los derechos que ampara, como el de prensa y el de información». «Allí donde hay censura, los abusos de poder crecen. La censura impide que la prensa ejerza su papel de control de los demás poderes e instituciones de la sociedad y abre la puerta a que lo abusos de poder y la corrupción avance», explica.
Sobre cómo se puede proteger a los periodistas de las amenazas a las que se enfrentan, Nemesio Rodríguez zanja: «Respaldando a los periodistas y medios que, pese a los riesgos, siguen protegiendo el derecho de información de los ciudadanos. Y denunciando constantemente en todos los foros internacionales las amenazas a los periodistas».
En el caso del periodista español detenido en Polonia, Pablo González, el presidente de la FAPE explica que, desde el momento de su detención, pidieron que fuera puesto en libertad. «Hemos reclamado que se aclaren las circunstancias de su detención y de los presuntos cargos de que se le acusa, reciba la máxima atención de nuestros representantes diplomáticos en Polonia y tenga la asistencia legal que precise», subraya.
En este escenario, Nemesio Rodríguez recuerda que «el ejercicio de un periodismo libre y veraz siempre es necesario, cuanto más en una guerra en los tiempos actuales, donde las posibilidades de diseminar desinformación son mayores que nunca».
«El libre ejercicio del periodismo es un pilar imprescindible de las democracias. Los periodistas debemos volcarnos permanentemente en la defensa de una prensa libre porque, si no lo hacemos, corremos el riesgo de que nuestra profesión desaparezca», concluye el presidente de la FAPE.