«Boleto de Ida» se inaugura este lunes con motivo del 85º aniversario de la tragedia y permanecerá abierta hasta el 14 de septiembre
BILBAO, 20 (EUROPA PRESS)
El Museo de la Paz de Gernika se ha sumado a la conmemoración del 85º aniversario del bombardeo con una exposición titulada «Boleto de Ida», muestra donde se recuerda la vida de uno de los testigos directos del bombardeo de Gernika, Antonio Zabaleta, quien partió exiliado en el barco ‘Winnipeg’ hacia Chile, de donde procede la muestra.
Tal como han informado desde el museo vizcaíno, la exposición será inaugurada el próximo lunes 25 de abril y permanecerá abierta hasta el 14 de septiembre de 2022. Durante las fechas que dure la muestra, el museo organizara diferentes actividades, como un taller pedagógico online sobre el exilio o un seminario online sobre la temática.
La narración de la trayectoria vital de Zabaleta se lleva a cabo en el recorrido a través de los dibujos de su nieta, Cecilia Zabaleta. Esta artista invita al visitante, a través de su trabajo, a «conocer y constatar las experiencias deotros sobrevivientes de esta travesía humana del barco ‘Winnipeg’, partiendo de las narraciones personales y el desvelo de la memoria de su abuelo refugiado.
La exposición contará con dos piezas de arpilleras de la colección Conflict Textiles que reflexión sobre el hecho de tener que partir forzadamente por motivos de guerra.
También tendrá un apartado donde se hablará de los barcos de salvamento hoy en día, naves que, como en su día el Winnipeg de Neruda, desempeñan labores humanitarias como el Aita Mari de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario, que tantas vidas está salvando en el Mediterráneo.
Antonio Zabaleta era un joven bermeano de 19 años cuando llegó a Chile tras vivir el bombardeo de Gernika en 1937. Para reflejar aquellos recuerdos, la artista Cecilia Zabaleta, se vale «expresivamente de un lenguaje claro y sugerente basado en la ilustración, el collage, y creaciones en acrílico, e interlineado con epígrafes, fragmentos documentales y fotografías» han detallado desde el Museo de la Paz de Gernika.
La exposición invita a «navegar por los cauces de una memoria migrante, desterritorializada, y persistente», desde un lenguaje visual y artístico que fomenta la conexión con conceptos como migración, desarraigo, búsqueda, solidaridad, resiliencia, el valor de la vida, y el anhelo irrenunciable de la paz, tanto en el pasado como en el presente.