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Los votantes del izquierdista Mélenchon, pieza clave en la segunda vuelta en Francia entre Macron y Le Pen

Mélenchon no apoya oficialmente al presidente pero pide no votar a la candidata ultraderechista

Mélenchon no apoya oficialmente al presidente pero pide no votar a la candidata ultraderechista

MADRID, 21 (EUROPA PRESS)

Los votantes del candidato del partido izquierdista Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon –tercera fuerza política en la primera vuelta de las elecciones presidenciales–, se perfilan como un elemento clave en la segunda vuelta de las elecciones, que enfrentará al actual mandatario, Emmanuel Macron, y a la ultraderechista Marine Le Pen.

El hecho de que Mélenchon no se clasificara para la segunda vuelta y el hundimiento del Partido Socialista –cuya candidata, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, recabó cerca del dos por ciento de las papeletas– deja a los votantes de izquierda ante la posibilidad de votar a Macron, un político liberal de centro-derecha, y Le Pen, candidata de la ultraderechista Agrupación Nacional.

Así, el destino de estos votos se perfila como un asunto esencial en la segunda vuelta, que en Francia se caracteriza por el recurso al conocido como ‘voto útil’, que en la práctica derivaría en un mayor apoyo a Macron destinado desde la izquierda a evitar que la ultraderecha acceda al Elíseo.

Los resultados recabados por el candidato de Francia Insumisa le han dejado como principal representante de la izquierda, después de duplicar los votos combinados de los candidatos de Los Verdes, el Partido Socialista, el Partido Comunista, el Nuevo Partido Anticapitalista y Lucha Obrera, lo que incrementa su papel de bisagra de cara a la votación.

Mélenchon, quien se hizo con cerca del 22 por ciento de los votos –por detrás del 27,85 por ciento de Macron y el 23,15 de Le Pen–, ha mantenido una postura ambigua de cara a la segunda ronda de este domingo y, si bien no ha abogado abiertamente por respaldar al presidente, ha hecho hincapié en la necesidad de no abstenerse.

«No se abstengan, sigan siendo actores de esta historia», dijo en una entrevista concedida el martes a la cadena de televisión BFM TV en la que además pidió a sus seguidores que no voten por Le Pen, lo que supone un apoyo tácito a Macron como única opción no excluida. De hecho, subrayó que «comprende» a los que no quieren dar su voto al mandatario.

De hecho, una consulta realizada durante los últimos días entre afiliados del partido izquierdista revelan que únicamente el 33,4 por ciento de ellos planea votar a Macron, mientras que el resto optarían por el voto blanco o nulo o por la abstención, según los resultados publicados en la web de la campaña de Mélenchon. En la consulta participaron más de 215.000 personas.

«Los resultados de esta consulta no son una consigna dada a nadie. Indica cuáles son las apreciaciones de los 215.292 personas que participaron. Cada uno sacará conclusiones y votará en conciencia, como considere», destaca la web en un mensaje previo a los resultados desgranados por opciones, que no incluyen la opción de inclinarse por Le Pen.

Por contra, un sondeo publicado el sábado por IPSOS-Sopra-Steria mostró que un 33 por ciento de los votantes de Mélenchon apoyarían a Macron, con un 16 por ciento inclinándose por Le Pen y un 50 por ciento rechazando pronunciarse sobre lo que planean hacer el domingo.

En este sentido, Mélenchon afirmó en su entrevista a BFM TV, en un mensaje dirigido a sus simpatizantes, que votar en la segunda vuelta a favor de la candidata ultraderechista supondría «una contradicción total» con el programa electoral de la formación izquierdista, en un nuevo mensaje que podría inclinar la balanza.

El programa de Mélenchon, conocido como ‘Nuestro destino común’, fue impulsado con el objetivo de que fuera aceptado por todas las formaciones izquierdistas de cara una posible coalición, que finalmente no se logró. Además, el candidato se benefició igualmente de un ‘voto útil’ en la primera vuelta ante el desgaste de otras formaciones y la percepción de que era el único que contaba con opciones de pasar a segunda vuelta.

LUCHA POR LOS VOTOS

Todo ello deja a Macron y a Le Pen intentando pescar en el caladero izquierdista en Francia, después de que el país quedara prácticamente fragmentado en tres entre los apoyos a Macron, los acumulados por candidatos ultraderechistas y los recabados por los partidos de izquierdas.

En total, más de siete millones de personas expresaron su apoyo a Mélenchon en la primera vuelta, lo que supone un importante bloque para consolidar la victoria de cualquiera de los dos contendientes, si bien Macron parte con ventaja ante el histórico posicionamiento de la izquierda contra un acceso de la ultraderecha al poder.

Sin embargo, algunos votantes de Francia Insumisa se han mostrado escépticos ante la posibilidad de que el presidente renueve su mandato durante otros cinco años tras las políticas aplicadas en este quinquenio e incluso han apostado por la posibilidad de un cambio. «Hemos tenido cinco años de Macron, si podemos probar otra cosa…», afirmó recientemente uno de ellos en declaraciones a FranceInfo.

Este posicionamiento sería contrario a las posturas de Mélenchon, quien desde que se publicaron los resultados de la primera vuelta a incidido en su mensaje «ni un voto para Le Pen». La situación es similar a la de 2017, cuando Macron y Le Pen se enfrentaron también en una segunda vuelta en la que salió vencedor el candidato de centro-derecha.

Pese a ello, fuentes de la Agrupación Nacional han mostrado su optimismo ante los resultados del sondeo llevado a cabo por Francia Insumisa y han hecho hincapié en que sólo un tercio de los votantes hayan apoyado abiertamente a Macron. «Está todo abierto. Le Pen podría hacerlo muy bien el domingo», ha dicho recientemente un portavoz del partido, Philippe Ballard.

En el sondeo llevado a cabo en 2017 antes de la segunda vuelta, un 18 por ciento de los participantes apostaron por votar por Le Pen –opción no contemplada este año–, si bien únicamente un siete por ciento lo materializaron finalmente en las urnas. Este año la situación podría ser diferente debido al desgaste y la impopularidad de Macron entre la izquierda.

«En 2017 el arrastre fue del siete por cierto. Creo que (este año será mucho mayor)», explicó el politólogo francés Rémi Lefebvre en declaraciones al diario ‘Le Monde’. «Votar a Macron es pedir mucho a muchos votantes. Habrá muchas abstenciones», adelantó a una semana de la segunda vuelta.

En esta línea, Lefebvre arguyó que «la política de empeorar las cosas para mejorar los objetivos propios implica a votantes de Mélenchon que se identifican con posturas controvertidas en la izquierda o ideologías derechistas», si bien el candidato de Francia Insumisa centró su campaña en la tradición izquierdista, lo que «de alguna forma desactivaría los votos a favor de Le Pen». «El hecho de que llevara a cabo una campaña de izquierdas podría aumentar la tasa de abstención», zanjó.

A ello hay que sumar que, según un sonde de OpinionWay-Kéa Partners para el diario ‘Les Echos’ revela que la tasa de participación rondaría el 69 por ciento, por debajo del 74,6 por ciento de la segunda vuelta de 2017, mientras que la repetición del duelo entre ambos candidatos ha rebajado el interés popular en la votación.

De hecho, una segunda vuelta entre Macron y Le Pen no era la opción favorita de los franceses, con un 16 por ciento de los apoyos antes de la primera ronda. La primera opción era un duelo entre Macron y Mélenchon, con un 17 por ciento de los apoyos, mientras que la tercera era el enfrentamiento entre Mélenchon y Le Pen, con un doce por ciento.

El sondeo refleja además que Macron se haría con un 54 por ciento de los votos en las elecciones, frente al 46 por ciento de Le Pen –muy lejos del 66,1 y 33,9 por ciento de 2017, respectivamente–, lo que reafirma la importancia de estos últimos días de campaña y la relevancia del destino que puedan tomar las papeletas del partido de Mélenchon.

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