Isabel II de Inglaterra celebra el jueves su cumpleaños 96 en privado en la finca de Sandringham, en el este de Inglaterra, que sirvió a la reina y a su fallecido esposo, Felipe de Edimburgo, de refugio de los asuntos de Estado.
Se espera que la monarca pase el día en la casa de campo Wood Farm de la propiedad, su santuario personal donde también pasó su primera Navidad desde la muerte de Felipe en abril de 2021. A su esposo le encantaba esa casa, en parte por su cercanía al mar, señaló en febrero durante un inusual acto público en Sandringham.
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“Creo que el enfoque de la reina hacia los cumpleaños demuestra en gran medida su actitud de mantener la calma y seguir adelante”, dijo Emily Nash, editora de realeza en la revista HELLO!. ”No le gusta el alboroto”.
Este cumpleaños coincide con el año del jubileo de platino, que conmemora sus 70 años en el trono. Aunque el jueves será un día tranquilo, la celebración pública tendrá lugar entre el 2 y el 5 de junio, cuatro días de festividades que coinciden con su cumpleaños oficial.
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Este día supone otro hito en un periodo tumultuoso para la monarca, que trata de cimentar el futuro de la monarquía en medio los signos de su avanzada edad y de las polémicas que rodean a la Familia Real. Tras superar el Covid-19 a principios de año, sus apariciones públicas se vieron limitadas por “problemas de movilidad” no especificados. El acuerdo multimillonario alcanzado por su hijo, el príncipe Andrés, con una mujer que lo acusó de explotación sexual también acaparó titulares no deseados por la institución.
Pero la reina recibió un regalo anticipado la semana pasada, cuando su nieto el príncipe Enrique y su esposa Meghan, los duques de Sussex, la visitaron por primera vez juntos desde que renunciaron a sus deberes reales y se mudaron a California en 2020. En una entrevista con la televisora NBC, Enrique dijo que su abuela estaba “en una gran forma”, aunque agregó que quería asegurarse de que estaba “protegida” y tenía “a la gente adecuada a su alrededor”.
Isabel, que es la monarca británica más longeva de la historia, pasó gran parte de los dos últimos años en el castillo de Windsor, al oeste de Londres, donde se refugió durante la pandemia.