CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Un rockero, una doctora, una estudiante universitaria y un alto ejecutivo de seguros se ven repentinamente unidos por una terapia de grupo para superar el duelo en la serie española “Días mejores”.
La serie, estrenada el viernes en los servicios de streaming Paramount+ (Latinoamérica) y Amazon Prime Video (España), retrata a este grupo tan variado de gente que afronta la reciente pérdida de su pareja o expareja.
“Cada uno va por un motivo, todos piensan y coinciden que no tendrían que estar ahí, que ellos están mejor que el resto y que eso es algo que es para otros, no es para ellos”, dijo la actriz Marta Hazas, quien interpreta a la doctora Sara, madre de un niño de 9 años cuyo esposo muere de un infarto fulminante en un partido de fútbol.
Sara está muy acostumbrada a tratar con el dolor ajeno en el hospital, por eso se sorprende cuando el psicólogo de su hijo le da una tarjeta con el contacto de la psicóloga Soledad Laforet, interpretada por Blanca Portillo, para que comience su propia terapia.
“En mi caso no había ido nunca a terapia más que de pequeña al psicólogo… porque me daba miedo dormir sola en la habitación”, dijo Hazas, conocida por series como “Velvet” y “Pequeñas coincidencias”, en una entrevista por videollamada desde Madrid. “La verdad es que ha sido una experiencia muy bonita esta terapia de ficción, pero muy interesante a nivel actoral, también he aprendido muchísimo… Es una historia que es muy de carne y hueso y con la que es muy fácil identificarse desde el minuto uno”.
Francesc Orella (“El buen patrón”, “Merlí”) encarna a Luis, el alto ejecutivo, cuya vida es tan ajetreada y sus obligaciones como padre viudo de tres hijas tan apabullantes, que opta por enviar a otra persona en su lugar a la terapia cuando su empresa se lo impone como un requisito para seguir trabajando.
“No tiene ningún interés en mostrar sus problemas personales delante de desconocidos”, dijo Orella desde las afueras de Barcelona. “Es bastante el prototipo de esos hombres… que por educación se han montado la vida de una manera y su objetivo es llegar a unas metas, pero han sido incapaces de ver realmente a quién tienen al lado, de reconocerse sus propias debilidades y vulnerabilidades”, agregó.
La serie le permitió al actor, que había llevado una terapia individual, conocer las dinámicas de las terapias grupales.
“Días mejores” fue creada por Cristóbal Garrido y Adolfo Valor, quienes previamente trabajaron juntos en producciones como “Reyes de la noche” y “Velvet”. La serie llega tras los meses intensos de una pandemia que dejó a millones enfrentados a la pérdida de seres queridos, además de ocasionar angustia, ansiedad y depresión. Esto es algo que los actores destacaron como un punto de conexión con el público.
“Más que nunca se habla de la salud mental como algo básico en estos momentos, hay que cuidarla como se cuida la salud física normal”, dijo Orella. “Creo que han hecho un guion de una serie que está acercando la realidad del día a día de las personas con sus debilidades, sus momentos duros, sus momentos bonitos, intensos, y la serie está mostrando esa realidad cercana y sobre todo haciéndolo menos grave”.
Para Hazas, “es una manera de verte reflejado, ver que no es nada terrible, ni nada oscuro, ni nada de algo de qué avergonzarte decir ‘necesito terapia, necesito compartir lo que me ha pasado’ y acudir a un profesional”.
Portillo, actriz de películas como “Maixabel” y “Los abrazos rotos” así como de la serie “Promesas de arena”, es crucial para llevar la serie. En su papel de psicóloga, logra ser convincente, reconfortante e incluso un poco irónica mientras guía a Sara, Luis y sus compañeros de terapia Pardo (Erick Elías), un rockero mexicano que se reencuentra recientemente con sus hijos adolescentes tras la muerte de su ex, y Graci (Alba Planas), una estudiante universitaria cuyo novio muere de cáncer, para sanar sus corazones.
“Blanca es una actriz con la que tenía muchas ganas de trabajar”, dijo Hazas. “La admiro un montón. La he visto en teatro un montón de veces. Tener que contarle las cosas que le pasaban a mi personaje y tener que encontrarte con su mirada era ya casi terapéutico, era muy fácil y te hacía sentir muchas cosas”.