MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
Funcionarios estadounidenses y cubanos se han reunido en Washington para discutir, por primera vez desde que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó a la Presidencia, la implementación de los Acuerdos Migratorios entre Washington y La Habana.
La subsecretaria adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Emily Mendrala, ha encabezado la delegación de Estados Unidos, mientras que el vicecanciller de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, ha representado a la delegación cubana.
«La delegación de Estados Unidos destacó áreas de cooperación exitosa en materia de migración, además de identificar temas que han sido obstáculos para el cumplimiento de las metas de los Acuerdos». ha dicho el Departamento de Estados Unidos en un comunicado.
Así, la parte estadounidense ha señalado que estas conversaciones son el compromiso de Washington de entablar relaciones «constructivas» con el Gobierno de Cuba, ya que Biden prometió durante su campaña hacia la Casa Blanca que eliminaría las restricciones al envío de remesas y los viajes a Cuba, impuestas durante el mandato del expresidente Donald Trump.
«Permitir una migración segura, legal y ordenada entre Cuba y Estados Unidos sigue siendo un interés mutuo y es consistente con los intereses de Estados Unidos de fomentar la reunificación familiar y promover un mayor respeto por los Derechos Humanos y las libertades fundamentales en Cuba», ha dicho el Departamento de Estado en un comunicado.
Según ha precisado en rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, estas conversaciones han sido de «larga data», ya que se asumieron por primera vez en 1984 y se han convertido en un evento bianual tras la firma de acuerdos entre 1994 y 1995.
«Los temas de las conversaciones incluyeron mecanismos bien establecidos para abordar la migración irregular y el cumplimiento de la ley de inmigración de Estados Unidos, la migración por tierra y mar, las tendencias migratorias, el retorno y la repatriación de ciudadanos, las funciones de las embajadas y otros temas relacionados», ha detallado.
Por ello, Washington ha incluido la reanudación de los servicios de visas de inmigrantes de forma limitada a partir de mayo, los servicios actuales para ciudadanos estadounidenses y la emisión actual de visas de no inmigrantes de emergencia.
Por su parte, del lado cubano reiteraron su preocupación por las medidas de Estados Unidos que «estimulan la migración, impiden la migración legal y ordenada, y generan las condiciones socioeconómicas que incitan a la emigración».
«Estas medidas, entre ellas las asociadas al reforzamiento extremo del bloqueo económico, provocan pérdidas de vidas y la comisión de delitos de tráfico ilícito de migrantes, fraude migratorio y trata de personas, situación que afecta a los dos países y la región», ha dicho el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
Asimismo, la delegación cubana ha insistido en «la obligación» por parte de Washington de «garantizar la emisión en La Habana de no menos de 20.000 visas anuales a cubanos para emigrar al país, compromiso que se está incumpliendo desde 2017».
De esta forma, los representantes cubanos han enfatizado que «no existe justificación alguna para mantener interrumpido ese servicio en Cuba y obligar, al aspirante a emigrar, a viajar a Guyana para que su solicitud sea procesada».