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HRW exige a la ASEAN una aproximación más enérgica contra las “atrocidades” de la junta militar birmana

La ONG lamenta la “futilidad” de las medidas adoptadas por el grupo e incluso fortalecer a los militares Acusa a EEUU y la UE de escudarse en la fallida labor de la organización panasiática para desentenderese de la crisis

La ONG lamenta la «futilidad» de las medidas adoptadas por el grupo e incluso fortalecer a los militares

Acusa a EEUU y la UE de escudarse en la fallida labor de la organización panasiática para desentenderese de la crisis

MADRID, 22 (EUROPA PRESS)

La ONG Human Rights Watch (HRW), especializada en el seguimiento de la situación de los Derechos Humanos en el mundo, ha exigido a la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) una aproximación más enérgica contra las «atrocidades» cometidas por la junta golpista de Birmania tras el fracaso del plan inicial para responsabilizar a los militares de sus crímenes contra la población civil y los opositores políticos.

El llamado «consenso de cinco puntos» adoptado hace un año por la ASEAN –erigido como organismo mediador para una transición democrática en Birmania–, diseñado en principio para intentar recuperar la normalidad democrática en el país, no solo no ha conseguido sus objetivos sino que la división exhibida por la ASEAN parece haber fortalecido incluso a los militares, como demostró la polémica visita del primer ministro de Camboya, Hun Sen, al país a principios de este año, considerada como un gesto de respaldo a la junta.

«La junta de Birmania se ha pasado el último año cometiendo atrocidades y haciendo gala de un desprecio absoluto hacia sus compromisos con la ASEAN», ha denunciado la directora en funciones de HRW para Asia, Elaine Pearson, antes de pedir a los países de la ASEAN que abanderan las negociaciones con Birmania (Indonesia, Malasia y Singapur) que «corrijan inmediatamente el rumbo» y «se centren en proteger los derechos y libertades del pueblo birmano en lugar de ayudar a la junta a mantenerse en el poder».

HRW procede a acusar al líder golpista, el general Min Aung Hlaing, de ignorar sistemáticamente todos y cada uno de los cinco puntos del «consenso» –entre ellos el cese de la violencia y la llegada de la ayuda humanitaria– mientras ha supervisado «una represión brutal contra millones de personas que se levantaron contra su régimen inmediatamente tras el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021.

«Lejos de detener sus ataques, la junta intensificó todavía más sus abusos y perpetró asesinatos en masa, torturas, arrestos arbitrarios y ataques indiscriminados contra los civiles, constitutivos de crímenes contra la Humanidad y crímenes de guerra», zanja HRW.

La organización humanitaria estima que 1.700 personas, entre ellas 130 niños, han muerto a mano del Ejército birmano. Unas 13.000 personas han sido detenidas sin explicación alguna y más de medio millón han tenido que abandonar sus hogares por las operaciones militares contra los focos de resistencia del país en regiones completamente aisladas del mundo y sin posibilidad de recibir ayuda, en lo que se entiende como una forma de «castigo colectivo».

PASIVIDAD INTERNACIONAL

HRW no limita sus críticas a la ASEAN, sino que lamenta igualmente que el «consenso de cinco puntos» se ha convertido en un «pretexto» para que los gobiernos de Reino Unido, Estados Unidos y Australia, así como los estados miembros de la Unión Europea hayan aplazado cualquier tipo de reacción usando como excusa la labor de la organización panasiática.

«La junta ha aprovechado en su beneficio la deferencia de la comunidad internacional hacia este bloque regional», del que critica como ya ha hecho otras veces, «su largo historial de incapacidad para asumir sus responsabilidades hacia los pueblos del sur de Asia», bajo sus principios de «consenso y neutralidad», que le incapacitan a todos los efectos para tomar decisiones vinculantes.

HRW recuerda que la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha descrito en varias ocasiones la respuesta internacional de «ineficaz» y lamentado que «las acciones tomadas por el Consejo de Seguridad de la ONU y por la ASEAN han sido insuficientes para convencer a las Fuerzas Armadas de Birmania para que terminen con la violencia».

Por todo ello, HRW recomienda que la ASEAN imponga sanciones verdaderamente eficaces contra Birmania a partir de restricciones sobre sus ingresos en moneda extranjera y la compra de armas, remita la situación en el país al Tribunal Penal Internacional (TPI) e imponga sanciones específicas a los líderes de la junta y las empresas militares de las que muchos forman parte.

HRW también pide al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que presione a los líderes de la ASEAN — a los que recibirá en la cumbre bilateral del mes que viene en Washington, para que «abandonen su fallido enfoque de consenso y aliente a una mayor cooperación con otros países que promuevan una acción más fuerte contra los abusos de los derechos de la junta».

«Durante un año, los gobiernos de todo el mundo se han quedado estancados en lo que se refiere a la adopción de medidas sobre Birmania al respaldar las palabras huecas de la ASEAN», ha lamentado Pearson, quien insiste, para concluir, en la imposición de «medidas enérgicas para evitar nuevas atrocidades y responsabilizar (ante la justicia) a los militares», en lugar de «un consenso débil que ha demostrado su futilidad».

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