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Una acusación pide imputar en ‘Pit’ al empresario reclamado por Guatemala para ayudar al “esclarecimiento de los hechos”

Considera que la única forma de que Schwank materialice su “voluntad de colaboración” es que sea llamado como investigado

Alejandro Martínez Vélez - Europa Press - Archivo (Alejandro Martínez Vélez - Europ/Europa Press)

Considera que la única forma de que Schwank materialice su «voluntad de colaboración» es que sea llamado como investigado

MADRID, 22 (EUROPA PRESS)

La empresa APM Terminals Espagna Holdings, que ejerce la acusación en la pieza ‘Pit’ de la macrocausa ‘Tándem’, ha pedido al Juzgado que impute al empresario William Anthony Schwank López, reclamado por Guatemala como presunto intermediador de una comisión ilegal para la ampliación del Puerto Quetzal, para que ayude al «esclarecimiento de los hechos».

En un escrito del pasado 11 de abril, al que ha tenido acceso Europa Press, la compañía «considera que la única forma en que puede materializar sin limitación alguna, su voluntad de colaboración con las autoridades españolas» es que sea llamado en calidad de investigado y no como testigo, como hasta ahora.

Schwank López es una de las seis personas, junto a Ángel Pérez Maura, contra las que la Fiscalía guatemalteca libró en 2016 órdenes de captura internacionales por su presunta implicación en el pago de sobornos que habrían alcanzado los 30 millones de dólares para que la Terminal de Contenedores Quetzal (TQC) consiguiera el contrato de ampliación de dicho puerto.

Fue el pasado 11 de marzo cuando el propio Schwank se negó a declarar tras ser llamado como testigo en la investigación sobre el encargo que los hermanos Ángel y Álvaro Pérez Maura habrían hecho al comisario José Manuel Villarejo para impedir que el primero fuera extraditado a la nación centroamericana.

AYUDA PARA «PERPETUAR SU CONDICIÓN DE PRÓFUGO»

La acusación llama la atención sobre el hecho de que el 21 de abril de 2016, un día después de que la INTERPOL publicase la notificación roja por su presunta implicación con los hechos relatados en Guatemala, Schwank se reunió con Villarejo, con su socio Rafael Redondo y con el empresario Adrián de la Joya.

La empresa sostiene que ese encuentro no tendría otro objetivo que «ayudarle a perpetuar su condición de prófugo» de la Justicia con una «actuación a todas luces contraria a los deberes» que afectan a los miembros del Cuerpo Nacional de Policía como lo eran entonces Villarejo y también Antonio Bonilla.

Así las cosas, y según relata APM, Scwhank se desplazó de Barcelona a Madrid para reunirse con una persona enviada por uno de los hermanos Pérez Maura, al que habría pedido ayuda para llevar a cabo un cambio de identidad o encargarle una documentación falsa.

«Todas estas circunstancias merecen, a juicio de esta parte, un debido esclarecimiento ante su señoría y, por ello, se ruega William Anthony Schwank López sea llamado al proceso en calidad de investigado», insisten.

A su juicio, «habrá de averiguarse cómo Schwank ha residido en Barcelona desde el mes de mayo de 2016, bajo el paraguas de los Pérez-Maura García». «Y, por ello, resulta pertinente, oportuno y necesario averiguar cómo llegó a España, dónde se quedó, donde residía, sufragado por quién, en contacto con quién, etc», sostienen.

LOS MOTIVOS POR LOS QUE FUE LLAMADO COMO TESTIGO

El motivo por el que se llamó a declarar a Schwank López como testigo, según expusieron entonces los fiscales anticorrupción, son trece conversaciones grabadas que guardan relación con esta pieza separada número 4 relativa al supuesto encargo de los Pérez Maura a Villarejo.

Miguel Serrano y Jorge Andújar apuntaron específicamente en su escrito a un audio de más de 40 minutos entre un sujeto identificado como Schwank López y otro «inicialmente desconocido».

En 2019, el instructor encargó a la Unidad de Asuntos Internos (UAI) que analizara esta conversación y otra en la que intervienen «de manera indubitada» el socio de Villarejo, Rafael Redondo; el ex policía y colaborador de las empresas del comisario Antonio Bonilla; y un tercero identificado como Antonio Serrano.

La intención era determinar si el interlocutor desconocido en el audio de Schwank López era Bonilla. La UAI concluyó que no era posible hacer un análisis completo por faltar el «estudio acústico espectográfico» pero que, a juzgar por la «percepción auditiva», no descartaba que «los discursos analizados pudieran haber sido realizados por la misma persona».

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