WASHINGTON (AP) — Hablando ante líderes mundiales y miembros de la élite política de Estados Unidos que presentaban sus respetos finales a Madeleine Albright, el expresidente Bill Clinton recordó cómo en su última conversación con la exsecretaria de Estado ella no quiso hablar sobre su estado de salud en un momento de nerviosismo en Occidente por la invasión de Rusia a Ucrania.
Clinton dijo que Albright le aseguró en esa conversación dos semanas antes de su muerte el mes pasado que ella estaba recibiendo la mejor atención médica posible, pero no quería “perder tiempo” hablando sobre eso.
“Lo único que importa realmente es qué tipo de mundo vamos a dejarles a nuestros nietos”, le dijo Albright. Clinton añadió: “Ella tomó la decisión con su último aliento de que se iría con las botas puestas”.
Encabezados por el presidente Joe Biden, los expresidentes Barack Obama y Clinton —el hombre que seleccionó a Albright como su máxima diplomática y hasta entonces la mujer de mayor rango en el gobierno en la historia del país— unos 1.400 dolientes se reunieron para celebrar la vida y los logros de una niña refugiada de la guerra en Europa que se convirtió en la primera mujer en encabezar el Departamento de Estado.
Albright falleció el 23 de marzo a causa de cáncer a los 84 años, causando una ola de condolencias de todo el mundo que elogiaron además su respaldo a la democracia y los derechos humanos. Aparte del actual presidente y sus antecesores, participaron en el servicio al menos tres de los sucesores de Albright, junto con miembros y exmiembros del gabinete, diplomáticos extranjeros, legisladores y muchos otros que la conocieron.
Biden dijo que su nombre fue sinónimo con la idea de que Estados Unidos es “una fuerza de bien en el mundo”.
“En los siglos XX y XXI, la libertad no tuvo una mejor campeona que Madeleine Korbel Albright”, agregó Biden. “Hoy homenajeamos a una estadounidense verdaderamente orgullosa que nos hizo a todos más orgullosos de ser estadounidenses”.