MADRID (AP) — Argelia amenazó con suspender sus exportaciones de gas a España, en lo que constituye el giro más reciente de un complejo triángulo de tensiones diplomáticas entre un país proveedor, el país importador y su vecino común, Marruecos, todo ello en un contexto de precios disparados por la guerra de Rusia en Ucrania.
España ha estado en conversaciones con Marruecos para ayudar al reino norteafricano a aumentar sus suministros de gas. Eso podría lograrse permitiendo que Marruecos use instalaciones de procesamiento en España que puedan manejar las importaciones por barco de gas natural licuado, que podría provenir de varios proveedores. Luego, el gas podría enviarse a Marruecos a través de un gasoducto existente que cruza el Estrecho de Gibraltar.
España, sin embargo, también importa gas natural de Argelia, que vive un profundo congelamiento diplomático con Marruecos, con el que comparte frontera terrestre. Argelia cortó lazos con Marruecos en agosto y luego cortó una de las fuentes de gas de Marruecos al cerrar un gasoducto que cruza la frontera compartida.
Marruecos recurrió entonces a España en busca de ayuda para tratar de compensar el déficit, una salida que parece haber molestado a Argelia.
En un comunicado el miércoles por la noche, el Ministerio de Energía de Argelia advirtió que los suministros de gas que envía a España a través de un gasoducto separado bajo el Mediterráneo podrían suspenderse si el gas se desvía a otro lugar. Tal desvío podría considerarse un incumplimiento de contrato “y, como consecuencia, podría conducir a la ruptura del contrato”, advirtió el ministerio.
Dado que España depende en gran medida del gas argelino, su Ministerio de Energía se apresuró a calmar la tormenta y dijo en un comunicado que en “ningún caso el gas adquirido por Marruecos tendrá procedencia argelina”.
Hasta octubre pasado, parte del suministro de gas argelino a España llegaba por el gasoducto a través de Marruecos. Marruecos obtuvo una tajada de ese suministro, obteniendo suficiente gas para producir el 10% de su electricidad, pero el reino perdió esa fuente de energía cuando el acuerdo de distribución de gas de 25 años finalizó el 31 de octubre y Argelia se negó a renovarlo.
