MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
Los cazadores-recolectores aprovecharon las condiciones de los bosques abiertos en los milenios anteriores a la construcción de los monumentos de Stonehenge, en Reino Unido.
Es la conclusión de un estudio publicado en la revista de acceso abierto ‘PLOS ONE’, liderado por Samuel Hudson, de la Universidad de Southampton.
Muchas investigaciones han explorado la historia de la Edad de Bronce y el Neolítico de la región que rodea a Stonehenge, pero se sabe menos sobre los tiempos anteriores en esta zona. Esto deja abiertos los interrogantes sobre cómo utilizaban esta región los antiguos habitantes y la fauna antes de que se construyeran los famosos monumentos arqueológicos.
En este trabajo, Hudson y sus colegas reconstruyen las condiciones ambientales en el yacimiento de Blick Mead, un lugar preneolítico de cazadores-recolectores situado en el límite del yacimiento del Patrimonio Mundial de Stonehenge.
Los autores combinan el polen, las esporas, el ADN sedimentario y los restos de animales para caracterizar el hábitat preneolítico del yacimiento, deduciendo unas condiciones boscosas parcialmente abiertas, que habrían sido beneficiosas para grandes herbívoros de pastoreo como los uros, así como para las comunidades de cazadores-recolectores. Este estudio respalda las pruebas anteriores de que la región de Stonehenge no estaba cubierta por un bosque de dosel cerrado en esta época, como se había propuesto anteriormente.
Este estudio también proporciona estimaciones de fechas para la actividad humana en Blick Mead. Los resultados indican que los cazadores-recolectores utilizaron este lugar durante 4.000 años hasta la época de los primeros agricultores y constructores de monumentos conocidos en la región, que también se habrían beneficiado del espacio proporcionado en entornos abiertos.
Estos resultados indican que los primeros agricultores y constructores de monumentos de la zona de Stonehenge se encontraron con hábitats abiertos ya mantenidos y utilizados por grandes pastores y poblaciones humanas anteriores.
Otros estudios en lugares similares proporcionarán información importante sobre las interacciones entre los cazadores-recolectores y las primeras comunidades agrícolas en el Reino Unido y en otros lugares.
Además, este estudio proporciona técnicas para combinar el ADN sedimentario, otros datos ecológicos y los datos estratigráficos para interpretar el entorno antiguo en un yacimiento en el que esa información es difícil de evaluar.
«El sitio del Patrimonio Mundial de Stonehenge es mundialmente reconocido por su rico paisaje monumental del Neolítico y la Edad del Bronce, pero se sabe poco de su importancia para las poblaciones mesolíticas –escriben los autores–. Las investigaciones medioambientales realizadas en Blick Mead sugieren que los cazadores-recolectores ya habían elegido parte de este paisaje, un claro aluvial, como lugar persistente de caza y ocupación».