MADRID, 28 Abr. (EDIZIONES)-
La profesora de primaria Shannon Sweeney, de 29 años, estaba sentada en la terraza de su casa en Queensland (Australia) cuando oyó un gran ruido procedente de un grupo de urracas.
Rápidamente se dio cuenta de que esto se debía a que la pitón de cabeza negra se movía por el suelo. Shannon dijo: «¡Me emocioné mucho al ver la serpiente!». Aparentemente, la serpiente se acercaba a las urracas por el sonido que estaban emitiendo con su graznido.
Poco a poco, las urracas se alejaban de la enorme serpiente sin dejar de graznar para intentar intimidarla. «Finalmente, las urracas abandonaron el lugar y la serpiente también. No me asusté porque en Australia es muy común encuentros así», señaló.