Montero dice que la mayor actividad y la menor economía sumergida explican el alza de los ingresos y solo achaca al IPC un impacto pequeño
MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
El Gobierno ha mantenido la previsión de déficit para el año 2022 en el 5% del PIB, en línea con la tasa de referencia recogida en el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022, ante el buen comportamiento de la recaudación en 2021, impulsada por la creación de empleo y el crecimiento económico, y a pesar del fuerte recorte del crecimiento del PIB este año desde el 7% al 4,3%.
Así lo ha avanzado la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, en una rueda de prensa conjunta con la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, antes de que el Ejecutivo remita hoy a Bruselas el Programa de Estabilidad 2022-2025 con el nuevo escenario fiscal y la actualización del cuadro macroeconómico.
De cara a los próximos ejercicios, el Ejecutivo prevé que en 2023 el déficit público bajará al 3,9%, frente al 4% estimado anteriormente; en 2024 se situará en el 3,3%, frente al 3,2% anterior, y caerá al 2,9% en 2025, por lo que para ese año España conseguirá salir del procedimiento déficit excesivo (PDE).
En el desglose por administraciones para este año, nuevamente el Estado volverá a asumir el mayor déficit, con el 3,8% (3,5% en la estimación anterior); mientras que las comunidades pasarán del equilibrio presupuestario en 2021 a un déficit del 0,8% este año (0,6% en la previsión previa), al dejar de recibir el dinero extra para combatir la pandemia. La Seguridad Social tendrá un déficit de medio punto (0,8% en la estimación previa) y los ayuntamientos un superávit de una décima (equilibrio en las anteriores previsiones).
La buena marcha del déficit contrasta con el empeoramiento de las proyecciones del Ejecutivo para el Producto Interior Bruto (PIB) en 2022. Este mismo viernes, el Gobierno ha recortado 2,7 puntos el crecimiento de la economía española en 2022, hasta el 4,3%, en un contexto de elevada incertidumbre ante el impacto de la guerra en Ucrania y la escalada de precios.
SUSPENSIÓN DE LAS REGLAS FISCALES EN 2023
Montero, que confía en que la Comisión Europea mantenga en 2023 la suspensión de las reglas fiscales como consecuencia de la guerra en Ucrania y solo realice recomendaciones de tipo «cualitativo», en palabras de Calviño, recordó que los ingresos fiscales crecerán este año un 7,4%, tras repuntar más de un 15% el pasado año, lo que permitirá hacer frente a los mayores gastos derivados de la guerra sin renunciar a reducir el déficit público tal y como estaba previsto.
La titular de Hacienda rechazó además que esta mejora de los ingresos se deba al alza de la inflación, tal y como esgrime el PP, y aseguró que más del 80% del aumento se explica por la creación de empleo y el crecimiento económico.
«Es falso que el incremento de los ingresos se deba a la inflación, que solo es responsable de una pequeña parte», indicó la ministra. La AIReF calcula que por cada aumento de un punto de la inflación, la recaudación mejora en unos 2.000 millones de euros, dato que el Ministerio de Hacienda da por bueno.
EL AFLORAMIENTO DE ECONOMÍA SUMERGIDA EXPLICA El ALZA DE INGRESOS
Además de la mejora de la actividad y su impacto en los ingresos, tanto Montero como Calviño aseguran que detrás del alza de la recaudación hay otros factores como el apoyo a las rentas de familias y autónomos derivado de la pandemia, que tiene su máximo exponente en los ERTE y el Ingreso Mínimo Vital, así como el «afloramiento» de la economía sumergida, una «señal positiva de cara al futuro».
Esta mejora de los ingresos en 2021, que se arrastra en 2022, es lo que permite tener una «cierta holgura» este año para afrontar los 16.000 millones derivados del paquete anticrisis aprobado ayer por el Congreso, pero manteniendo en el 5% el déficit público. Incluso hay holgura, explicó Montero, para prolongar hasta finales de año la rebaja de la fiscalidad eléctrica, que tendría un coste de unos 12.000 millones.
CRÍTICAS AL PP
Este punto, Montero criticó las expresiones del PP de que el Gobierno «se está forrando» gracias a la inflación, y aseguró que el Ejecutivo está usando los recursos de manera «responsable», sin que suponga un deterioro de las cuentas públicas. «El PP usa eslóganes que nunca actualiza (…) Es un dato interesado y absolutamente falso que la mejora de la recaudación se deba a la inflación», esgrimió Montero, que recordó que el año pasado se recaudaron 9.000 millones más de lo previsto con una inflación media del 3%.
A pesar de la mejora de los ingresos, la titular de Hacienda quiso dejar claro que la presión fiscal bajará este año, ya que la recaudación crecerá por debajo del PIB nominal, y se situará en el 38,3% del PIB, frente al 39,1% del PIB en 2021. En la misma línea, el gasto público se reducirá al 42% del PIB (el 43% el año pasado) por la retirada de algunas medidas para hacer frente a la pandemia, como el menor coste de los ERTE.
SENDA DE REACCIÓN DE LA DEUDA PÚBLICA
En cuanto a la senda de deuda pública, este año se situará en el 115,2% del PIB, en el 112,4% en 2023, en el 110,9% en 2024 y en el 109,7% en 2025. Calviño explicó que la contención del déficit, el crecimiento económico y la rebaja de los intereses de la deuda explican esta mejora.
Finalmente, Montero no adelantó la previsión del coste del aumento de las pensiones si la inflación media escala a cifras importantes, ni tampoco quiso adelantar la subida salarial de los funcionarios. En cualquier caso, precisó que ambas partidas ya se imputarían a los Presupuestos de 2023, con lo que no tendrían efecto este año.