MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Perú Libre, el partido del presidente, Pedro Castillo, ha presentado una reforma constitucional para adelantar elecciones presidenciales y parlamentarias para finales de marzo de 2023, lo que supone el enésimo desafío al que tiene que hacer frente el jefe del Estado en apenas nueve meses de mandato.
El proyecto ha sido presentado por la diputada Pasión Neomias Dávila y ha contado con el apoyo de otros siete compañeros de bancada de los 32 que tiene Perú Libre en el Congreso. Entre ellos está su portavoz, Waldemar Cerrón, hermano de Vladimir Cerrón, presidente del partido y unas de las voces más críticas con Castillo.
No ha sido Perú Libre el único que ha presentado un proyecto para adelantar elecciones. A la par, el conservador Podemos Perú –cuatro diputados– ha hecho lo propio, en un texto en el que fija como fecha de final de mandato de Castillo el 28 de julio del 2023 y dos días antes el de los parlamentarios.
A su vez, indica que Castillo tendrá un plazo de 48 horas para convocar elecciones desde el momento en el que la propuesta fuera aprobada, debiendo ser fijadas para finales de marzo de 2023.
Ambos proyectos de reforma se justifican por la crisis política –representada en los continuos cambios de gabinete–, la agitación social, así como la supuesta incapacidad de Castillo para negociar con la oposición y el resto de actores nacionales, según el texto presentado por la diputada Dávila.
Según la congresista de Perú Libre, una de las motivaciones de la propuesta que ha presentado es el continuo ataque de la oposición al presidente Castillo y las amenazas de una moción de censura. «Si esa es la intención, entonces nos vamos todos», ha avisado Dávila en declaraciones al diario ‘La República’.
En ese sentido, Dávila ha querido aclarar que esta iniciativa «no es» por Castillo, sino por los ataques de los congresistas de la oposición. Según las encuestas, apunta, «al Congreso lo deplora la gran mayoría de la sociedad. Ahora, vamos a debatir y ver qué posición toman las otras bancadas».
«Los congresistas no dejan gobernar al presidente. Todos los días sacan denuncias, acusaciones constitucionales, recortes de mandato, quieren presidir y no desean reconocer que el Congreso también está mal. Entonces, nos vamos todos», ha zanjado.