Bruselas quiere excluir también a Sberbank del sistema Swift
BRUSELAS, 4 (EUROPA PRESS)
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha propuesto este miércoles a los gobiernos europeos imponer un embargo total al petróleo ruso, si bien plantea un periodo transitorio hasta final de año para contener el golpe en los mercados y preparar vías alternativas de suministro.
«Seamos claros, no será fácil. Algunos Estados miembro son fuertemente dependientes pero debemos simplemente trabajar en ello. Proponemos desde ahora una prohibición del petróleo ruso, una prohibición total de las importaciones de todo el petróleo ruso», ha proclamado la jefa del Ejecutivo comunitario en el pleno del Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo (Francia).
Esta ruptura con el petróleo ruso se hará de manera «ordenada» para que los propios países de la UE y sus socios tengan tiempo de buscar vías alternativas de suministro y contener el impacto en los mercados.
El embargo afectará tanto al petróleo transportado por vía marítima como por oleoductos, sea crudo o refinado, aunque el sistema diseñado por Bruselas el fin de las importaciones de crudo sea «progresiva».
Para ello, ha dicho Von der Leyen, la UE renunciará «progresivamente al suministro ruso de petróleo crudo a lo largo de los próximos seis años y al de productos refinados de aquí a final de año».
De este modo, ha dicho la jefa del Ejecutivo comunitario, la UE ejercerá una «presión máxima» sobre el Kremlin al tiempo que «reduce al mínimo los daños colaterales», porque «para poder ayudar a Ucrania necesitamos que nuestra economía se mantenga fuerte».
La propuesta detallada sobre el sexto paquete de sanciones está siendo examinado por los Veintisiete en una reunión a nivel de embajadores en Bruselas al tiempo que Von der Leyen informa de su contenido a los eurodiputados. El objetivo es que los Estados miembro –algunos de los cuales reclaman excepciones para retrasar la aplicación de las sanciones por su fuerte dependencia, como Eslovaquia y Hungría– logren un acuerdo entre el jueves y el viernes.
«Putin quiso borrar Ucrania del mapa y está claro que lo conseguirá», ha proclamado Von der Leyen en el Hemiciclo, después de haber defendido las sanciones propuestas porque el presidente ruso debe «pagar un precio muy alto por su brutal agresión».
SBERBANK FUERA DE SWIFT Y SANCIONES PARA ALTOS CARGOS
Además de sancionar el petróleo, Bruselas reclama ampliar la lista de bancos golpeados por las sanciones europeas y excluir a Sberbank –el principal banco del país y con una cuota de mercado del 37% del sector ruso–, de la lista de entidades desconectadas del sistema de telecomunicaciones bancarias Swift, así como otras dos importantes entidades bancarias rusas.
«Con esto, golpearemos a los bancos que son esenciales sistémicamente para el sistema financiero ruso y la capacidad de destrucción de Putin. Esto reforzará el aislamiento completo del sector financiero ruso del sistema global», ha indicado von der Leyen
Otra de las claves de la sexta ronda que propone la Comisión Europea es incluir nuevos nombres de altos cargos militares y otros individuos rusos acusados de cometer crímenes de guerra en la localidad ucraniana de Bucha y responsables del «inhumano asedio» a la ciudad de Mariupol.
Bruselas propone además prohibir la retransmisión de tres grandes canales estatales rusas en la Unión Europea, por lo que no se permitirá distribuir su contenido en ningún formato, sea a través de cable vía satélite, internet o de aplicaciones para ‘smartphones’.
«Hemos identificado que estos canales de televisión son portavoces que amplifican las mentiras y la propaganda de Putin de forma agresiva. No deberíamos darles un espacio para difundir estas mentiras», ha explicado la presidenta de la Comisión Europea, que también pide prohibir a expertos contables, consultores y asesores de comunicación europeos trabajar para empresas rusas.
Von der Leyen ha recordado que está previsto que el Producto Interior Bruto de Ucrania descienda entre un 34% y un 50% este año, ante lo cual ha propuesto trabajar en un «paquete de recuperación ambicioso» para Ucrania que complete la ayuda urgente durante la guerra e incluya inversiones «masivas» para efectuar las reformas necesarias y «sentar las bases de un crecimiento a largo plazo».
En su intervención ante el pleno de la Eurocámara, la política alemana ha tenido también palabras de reconocimiento y elogio para la población ucraniana que lucha para defender sus «ideas fundamentales y ser ellos, y no un dirigente extranjero, quien decida su futuro». «Es el Derecho internacional lo que cuenta y no la ley del más fuerte. Putin debe paga un alto precio por su agresión brutal», ha proclamado Von der Leyen.
IMPLICACIONES ENERGÉTICAS.
Del lado de los eurodiputados, en nombre del Partido Popular Europeo (PPE), la holandesa Esther de Lange ha instado a hablar de las consecuencia socioeconómicas de la guerra de Ucrania, en referencia a la espiral alcista que marcan los precios de la energía y que se traslada al bolsillo de las familias y las empresas. En este marco, ha pedido relajar las exigencias del paquete Objetivo 55, que ambiciona la neutralidad en carbono en 2050, para «no lastrar aún más» la economía.
Una idea, esta última, con la que ha manifestado su desacuerdo la presidenta del grupo socialdemócrata en el Parlamento Europeo (S&D), la española Iratxe García, quien ha argumentado que ahora «más que nunca» es necesario avanzar en la política de lucha contra cambio climático y ha abogado por trabajar la estrategia de desconexión de la UE con Rusia con plantas regasificadoras, negociaciones con proveedores alternativos y una estrategia de renovables.
Además, García ha criticado los beneficios «caídos del cielo» de las corporaciones energéticas y ha defendido prorrogar la cláusula de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento «para invertir en una defensa sólida y un futuro libre de carbono».
Respecto a las sanciones a los combustibles fósiles procedentes de Moscú, en nombre los Liberales europeos (RE), el jefe de la delegación de Cs en la Euocámara, Luis Garicano, ha instado a aplicar aranceles a las importaciones de energía rusa, cuyos beneficios se destinen a Europa porque implicaría, según ha argumentado, que el Kremlin «terminará exportando a precios inferiores» si bien ha reconocido que aumentaría el precio para los consumidores.
Sin embargo, la portavoz en el debate de Los Verdes, la belga Sara Matthieu, ha advertido del impacto de un embargo a los combustibles fósiles rusos sobre la ciudadanía «pudiendo agravar la injusticia social y la pobreza energética», por lo que ha abogado por una respuesta social «firme » y por un programa europeo de ayudas al paro y por un salario mínimo «armonizado».