LONDRES (AP) — Los británicos votaban el jueves en unos comicios locales que decidirán la composición de los gobiernos locales en todo el país, y puede que el futuro del cuestionado primer ministro, Boris Johnson.
Los centros de votación abrieron a las 07:00 de la mañana para elegir a miles de representantes en ayuntamientos de Inglaterra, Escocia y Gales. La votación se cierra a las 22:00, pero la mayor parte del conteo se realizará el viernes. Las encuestas sugieren que el gobernante Partido Conservador perderá cientos de representantes en una cita electoral vista como un barómetro de la opinión pública.
En Irlanda del Norte se eligen los 90 escaños de la nueva Asamblea. Allí, los sondeos indican que el partido nacionalista irlandés Sinn Fein podría obtener la mayoría y el puesto de primer ministro por primera vez en la historia.
Los comicios se celebran en un contexto de alza de precios de los alimentos y el combustible, lo que ha disparado las facturas de los hogares.
Los partidos de la oposición exigen al gobierno que haga más para aliviar el aumento del costo de la vida, impulsado por la guerra en Ucrania, los problemas derivados de la pandemia del coronavirus y las consecuencias de la salida del país de la Unión Europea. Tanto los laboristas de centroizquierda como los liberaldemócratas de centro abogan por gravar las ganancias de las empresas energéticas, que han registrado beneficios récord ante la subida de los precios del petróleo y el gas.
El gobierno conservador de Johnson alega que aumentar los impuestos a grandes firmas como Shell y BP disuadiría de la necesaria inversión en energías renovables, que son clave para que el país cumpla con sus compromisos climáticos.
La elección se celebra también después de meses de escándalo para Johnson, en los que se convirtió en el primer mandatario en activo sancionado por infringir la ley. La policía le impuso una multa de 50 libras (62 dólares) por asistir a su fiesta de cumpleaños sorpresa en junio de 2020, cuando las restricciones por la pandemia prohibían las reuniones sociales.
El primer ministro se enfrenta también al descontento de su propio partido. Un mal resultado electoral podría llevar a los conservadores a intentar reemplazarlo por un líder menos desacreditado.