GINEBRA (AP) — Tras la evacuación de algunos civiles de una planta siderúrgica cercada por las fuerzas rusas en el puerto de Mariúpol, el destino de cientos de soldados ucranianos que aún se encuentran en el laberinto de túneles y búnkeres subterráneos de la instalación es incierto.
Al parecer, sus opciones son combatir hasta la muerte o rendirse con la esperanza de que se les perdone la vida conforme a los términos del derecho internacional humanitario.
Pero los expertos afirman que es poco probable que las tropas, que cuentan entre sus filas con personas sanas y heridas, consigan su salida de una manera sencilla, y que incluso tengan dificultades para abandonar la planta siderúrgica de Azovstal como hombres libres o incluso vivos.
“Tienen derecho a luchar hasta morir, pero si se rinden a Rusia, pueden ser detenidos”, dijo Marco Sassoli, profesor de derecho internacional de la Universidad de Ginebra. «Es su decisión, así de simple”.
Sassoli indicó que no hay que descartar que los rusos los traten de acuerdo con el derecho internacional. «Sería poco acertado decir que estos pobres chicos de Azovstal no deben entregarse a los rusos porque éstos los ejecutarán o torturarán”, señaló.
Laurie Blank, profesora de la Escuela de Derecho de la Universidad Emory, en Atlanta, especializada en derecho internacional humanitario y derecho de los conflictos armados, dijo que los combatientes heridos son considerados “hors de combat” —literalmente “fuera de combate”— y pueden ser detenidos como prisioneros de guerra.
“Rusia podría dejar que los soldados ucranianos heridos regresen a las zonas ucranianas, pero no está obligada a hacerlo”, señaló.
La enorme planta de Azovstal, situada junto al mar, es un objetivo de guerra clave para las fuerzas rusas, ya que es el último reducto de resistencia en la costa del sureste de Ucrania, tras el duro y devastador asedio de Mariúpol.
Las esposas de al menos dos soldados ucranianos parapetados en la red de túneles de la planta siderúrgica están en Roma pidiendo a la comunidad internacional que evacue a los soldados que se encuentran allí, argumentando que merecen los mismos derechos que los civiles.
Kateryna Prokopenko, esposa de Denys Prokopenko —comandante del Regimiento de Azov que ha estado defendiendo la planta durante el asedio ruso a Mariúpol_, expresó su creciente preocupación el jueves, cuando declaró a The Associated Press que “el asalto continúa. Hay muchos muertos y nuevos heridos”.
“Están esperando la operación de evacuación desde Europa, o morirán todos”, afirmó.
Además, las autoridades ucranianas han exigido a Rusia que ofrezca a los soldados de Azovstal una salida segura, con sus armas.
Pero los expertos dicen que sería casi inaudito que se les permitiera salir en libertad, entre otras cosas porque podrían volver a tomar las armas y posiblemente causar bajas rusas.
“Es poco probable que Rusia permita a las tropas ucranianas salir de la planta con sus armas, ni hay nada en la ley que lo exija”, dijo Blank por correo electrónico.
Por el contrario, los militares rusos han pedido a las tropas dentro de Azovstal que depongan las armas y salgan con banderas blancas. Dicen que los que se rindan no serán asesinados, de acuerdo con el derecho internacional.
Por su parte, los comandantes de la resistencia ucraniana en la planta han rechazado repetidamente los plazos que Rusia dio para su rendición. Pero en una nueva grabación de video, el subcomandante del Regimiento Azov, Sviatoslav Palamar, dijo que se debía permitir la salida de algunos soldados —en particular de los heridos— y pidió ayuda directa al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy.
“Apelo personalmente al comandante en jefe para que se ocupe de los soldados heridos que están muriendo en agonía a causa de un tratamiento inadecuado”, dijo.
En otro video difundido el fin de semana, Palamar indicó que los combatientes ucranianos estaban dispuestos a abandonar la planta, que era la parte más antigua de Mariupol que no estaba bajo control ruso.
Necesitamos «garantías de terceros, políticos, líderes mundiales que cooperen para negociar con los rusos para sacarnos de aquí”, manifestó.
“Ellos (los rusos) no quieren perder a sus soldados, y nosotros seguimos manteniendo resistencia. Así que la mejor solución en esta situación es nuestra evacuación”, dijo Palamar. ”¿Tiene sentido continuar con esta masacre?”
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Trisha Thomas en Roma contribuyó a este despacho.