Un reo y una oficial de prisión, quienes evadieron a las autoridades durante más de una semana después de huir de una cárcel en Alabama, Estados Unidos. Llevaban 29 mil dólares en efectivo, cuatro pistolas y un fusil AR-15; la pareja se preparaba para defenderse a tiros cuando los apresaron, mencionó un comisario de Indiana.
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El prófugo, Casey White, no demostró remordimiento por la muerte de la funcionaria penitenciaria Vicky White, a quien hallaron muerta con una pistola en la mano el lunes tras una breve persecución en auto, dijo el comisario del condado Vandenburgh, Dave Wedding.
Las autoridades no creen que Casey White le disparó a Vicky White, pero un médico forense determinará cómo fueron los hechos.
Casey White, de 38 años, se entregó sin resistencia y dijo que no mató a la mujer a la que llamó su esposa. Compareció por video ante un tribunal de Indiana donde renunció a la extradición y las autoridades dijeron que será enviado rápidamente a Alabama.
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El final de la búsqueda no significó el final de las dudas que rodean el caso: ¿Por qué una funcionaria respetada que se encontraba próxima a su retiro renunciaría a todo para ayudar a la fuga de un preso peligroso? ¿Qué hicieron durante los 11 días en que evadieron a las autoridades? ¿Y es verdad que ella puso fin a su propia vida cuando se vieron rodeados?
Vicky White, de 56 años, fue declarada muerta en un hospital el lunes después que el Cadillac que conducía fue forzado a salirse del camino. Se encontraban a casi 480 kilómetros de la cárcel de Alabama donde él aguardaba su juicio por homicidio agravado.
Un abogado que representa a Casey White en el caso, Jamy Poss, se negó a hacer declaraciones y dijo que trataba de averiguar qué había sucedido en Indiana.
El programa “Today” de la NBC informó el martes que los alguaciles federales dijeron que Casey White pidió: “por favor, ayuden a mi esposa. Se disparó a la cabeza. Yo no lo hice”. Los White no estaban emparentados ni casados, dijeron las autoridades.
