MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
La oficina de la ONU para los Derechos Humanos ha reiterado su «alarma» por la situación penitenciaria de Ecuador, después de que el lunes más de 40 personas perdiesen la vida por enfrentamientos en una cárcel de Santo Domingo, y ha reclamado una reforma «urgente» que implique también al sistema judicial.
La violencia en las cárceles es «recurrente» en el país sudamericano, en palabras de la portavoz del Alto Comisionado de la ONU, Liz Throssell. Desde diciembre de 2020, al menos 390 reclusos han perdido la vida por motines y enfrentamiento entre bandas.
En el caso del incidente del lunes, la violencia estalló por el traslado de un preso, pero Throssell ha querido subrayar que no es un caso único. «Estos preocupantes incidentes subrayan una vez más la urgente necesidad de una completa reforma del sistema de justicia penal, también del sistema penitenciario», ha dicho.
En este sentido, ha recordado que todo Estado tiene como «responsabilidad» la seguridad de las personas bajo custodia, por lo que es también culpable indirecto de lo que ocurra en las cárceles y debe emprender una «plena investigación».
El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, ha anunciado una batería de medidas para tratar de contener la violencia en las cárceles, algunas de ellas en colaboración con la ONU, pero cada pocas semanas los motines se repiten y, con ellos, las víctimas.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que ya planteó en 2019 una serie de propuestas internacionales, se ha ofrecido a seguir trabajando junto a las autoridades de Ecuador para hacer frente a un desafío que considera «urgente».