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Burkina El CICR alerta del agravamiento de la crisis alimentaria por el conflicto y la sequía en el Sahel

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha alertado este miércoles de que el conflicto en Burkina Faso está agravando la grave crisis alimentaria en el país, sumido además en la peor sequía en más de una década en el Sahel, una región en la que cerca de 10,5 millones de personas se encuentran desnutridas.

MADRID, 11 (EUROPA PRESS)

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha alertado este miércoles de que el conflicto en Burkina Faso está agravando la grave crisis alimentaria en el país, sumido además en la peor sequía en más de una década en el Sahel, una región en la que cerca de 10,5 millones de personas se encuentran desnutridas.

«Los países más afectados son aquellos que está ne conflicto armado y que a veces experimentan de forma cíclica shocks climáticos como los que hemos visto en Burkina Faso, en Malí con las inundaciones o las sequías en el Cuerno de África», ha dicho el director regional del CICR para África, Patrick Youssef.

Así, ha explicado que «el verdadero problema a día de hoy es una serie de fracasos de otros sistemas que desafortunadamente han llevado a una crisis alimentaria». «Por ejemplo, ninguna acción o poca acción para adaptarse al cambio climático», ha señalado.

Youssef ha manifestado que «la financiación para el clima desafortunadamente no llega a lugares en los que tienen que hacer frente a riesgos climáticos, sequías o el avance del desierto, como en Somalia, en Malí o en los países del Sahel, que no encuentran una solución».

«En contexto de conflicto armado, en contextos afectados por crisis cíclicas de violencia, también vemos una falta de inversión en los servicios básicos: en servicios de agua y saneamiento y de protección a las poblaciones», ha resaltado.

La violencia en Burkina Faso ha dejado cerca de 1,8 millones de desplazados, cerca del diez por ciento de la población. Asimismo, el 80 por ciento de la población del país dependen de la agricultura, por lo que la situación les ha dejado sin sustento.

«Una persona de buena voluntad me permite explotar este trozo de terreno, pero por la falta de lluvia las cosechas son malas. Nuestros campos en la aldea eran más fértiles que aquí. Hay zonas de sequía. Las lluvias no llegan», lamenta Larba Mathieu Yougbare, quien tuvo que huir de Fada Ngourma junto a su familia.

La enfermera jefa del centro de salud de Fada Ngourma, Harouna Sawadgo, ha afirmado que «se esperaban 221 casos de malnutrición en el centro durante todo el año». «A día de hoy, en el plazo de tres meses, ya hemos registrado 211 casos de malnutrición», ha alertado.

El CICR y sus socios han destacado que han incrementado sus actividades de respuesta en diez países de África, entre ellos Burkina Faso, donde han entregado junto a la Cruz Roja Burkinesa alimentos de emergencia y agua, efectivo y apoyo a los servicios básicos.

El país africano, liderado por una junta militar desde el golpe de Estado de enero contra el entonces presidente, Roch Marc Christian Kaboré, ha experimentado en términos generales un aumento significativo de la inseguridad desde el año 2015, lo que ha provocado una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región.

Los ataques, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y ha hecho que florezcan los grupos de autodefensa, a los que el Gobierno burkinés ha sumado a ‘voluntarios’ para que ayuden en la lucha antiterrorista.

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