ROMA, 13 (EUROPA PRESS)
El Papa, que cumplirá 86 años en diciembre y que arrastra un dolor en la rodilla derecha que le impide desplazarse sin dolor, viajará a Canadá del 24 al 30 de julio, según ha confirmado la oficina de prensa del Vaticano. Se trata de la cuarta visita de un Papa a Canadá desde la realizada por Juan Pablo II en 2002.
Según el programa que ha sido revelado, el Papa visitará tres ciudades en seis días: Edmonton, Quebec e Iqaluit, la capital del Territorio de Nunavut.
«Aceptando la invitación de las autoridades civiles y eclesiales y de las comunidades indígenas, el Santo Padre Francisco realizará un Viaje Apostólico a Canadá del 24 al 30 de julio, visitando las ciudades de Edmonton, Quebec e Iqaluit», ha explicado el director de la Oficina de Prensa, Matteo Bruni.
El propio Pontífice había anunciado su intención de viajar a Canadá durante sus reuniones en marzo en el Vaticano con los delegados indígenas de ese país a quienes pidió disculpas por la complicidad de Iglesia Católica en las escuelas residenciales implantadas en el siglo XIX y en activo hasta 1996, en las que se forzaba la separación obligada de los niños y sus familias y se llevaba a cabo una política de asimilación que les impedía hablar su idioma o practicar su cultura.
Según señala Vatican News, el Pontífice visitará Edmonton, capital de la provincia canadiense de Alberta, segunda ciudad de Canadá con mayor número de aborígenes que viven en centros urbanos.
Francisco llegará también a Iqaluit, en el extremo norte del país, no lejos del Océano Ártico, que cuenta con el mayor número de inuit de Canadá (unos 3.900). El Papa Francisco fue invitado personalmente por los delegados Inuit a visitar el norte del país durante su encuentro a finales de marzo en el Vaticano.
La ciudad de Quebec, finalmente, «es un destino accesible para las personas que desean viajar para ver al Papa Francisco», según señala la Conferencia Episcopal Canadiense y recogen los medios vaticanos. La región también alberga la basílica de Sainte-Anne-de-Beaupré, uno de los lugares de peregrinación más antiguos y populares de Norteamérica.
El sistema implantado por el Gobierno de Canadá para suprimir la identidad de las distintas minorías amerindias, hoy en día el 5% de la población, e imponerles la cultura occidental, estuvo en pie durante los siglos XIX y XX, cuando se crearon una serie de internados financiados por el Estado y gestionados por organizaciones religiosas que forzaba la separación de los niños y sus familias y se llevaba a cabo una política de asimilación que les impedía hablar su idioma o practicar su cultura.
En estos internados, estaban malnutridos y se han destapado episodios de violencia, castigos y abusos sexuales. Por ejemplo, Cowessess First Nation encontraron 751 tumbas sin marcar de la antigua Escuela Residencial Indígena Marieval, cerca de Grayson Saskatchewan Canadá, en julio del año pasado.
Tras el hallazgo de más de 1.100 restos de menores indígenas en Canadá en los terrenos de esta antigua residencia escolar, la iglesia de Canadá asumió su responsabilidad y pidió formalmente disculpas. Desde el siglo XIX hasta 1996, unos 150.000 niños indígenas (el 30 por ciento del total) fueron separados de sus padres y llevados a estos centros erigidos por el Gobierno, pero que en la mayoría de los casos gestionados por la Iglesia católica.
Según estimó en 2015 la Comisión para la Verdad y la Reconciliación, unos 3.200 murieron. En junio de 2021 fueron descubiertas casi 1.000 tumbas sin identificar (215 en el internado de Kamloops -Columbia Británica- y 751 en el de Marieval -Saskatchewan-) lo que generó una nueva oleada de indignación. Tras el hallazgo, se desató una ola de vandalismo en Canadá contra diez iglesias que acabó con el incendio de otras ocho.