MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha condenado la detención del cardenal Joseph Zen, así como de la abogada Margaret Ng, la cantante Denise Ho y el estudioso Hui Po-Keung, por haber mantenido contactos con fuerzas extranjeras en Hong Kong.
«Arrestaron las libertades fundamentales de Hong Kong», ha dicho la investigadora sénior sobre China de HRW, Maya Wang, agregando que «el arresto de un cardenal de 90 años el último ejemplo de la caída libre de los Derechos Humanos de la ciudad en los últimos dos años».
Los aprehendidos están acusados de violar la Ley de Seguridad de Nacional, si bien es cierto que, más tarde, todos ellos fueron puestos en libertad bajo fianza a la espera de que avancen las investigaciones sobre estos hechos delicitivos catalogados de conspiración, algo que la región considera un peligro para la seguridad nacional.
Los cuatro, junto al ex legislador Cyd Ho, que ya está en la cárcel, formaban parte del Fondo de Ayuda Humanitaria 612, que brindó ayuda médica, legal y psicológica a los manifestantes arrestados durante las protestas a favor de la democracia de 2019 en Hong Kong.
La Policía de Hong Kong aseguró que esta organización violaba la Ley de Seguridad Nacional e increpó a sus fundadores quiénes eran los donantes. Finalmente, el Fondo se vio obligado a disolverse en octubre de 2021, según relata HRW en un comunicado.
Desde que el Gobierno chino impuso la Ley de Seguridad Nacional el 30 de junio de 2020, las autoridades de Hong Kong han intensificado la represión contra activistas y disidentes políticos. De esta manera, han arrestado a destacados líderes a favor de la democracia y han clausurado medios de comunicación independientes, entre otros.
Según ha expresado HRW, «las experiencias de los cinco defensores arrestados ilustran el ataque rápido y radical de Pekín contra la sociedad civil de Hong Kong». «El cardenal Zen es un defensor mundialmente respetado de los Derechos Humanos y la democracia. Fue uno de los pocos miembros de la Iglesia Católica Romana que criticó públicamente el acuerdo de 2018 entre la Santa Sede y el Gobierno chino», ha agregado.
Maya Wang ha precisado que Hong Kong ha sido «durante mucho tiempo un líder regional en apertura y respeto por el estado de derecho, pero ahora compite por los primeros lugares en Asia por la represión y los presos políticos».
«El pueblo de Hong Kong ha sido inequívoco en su demanda de derechos humanos, y los gobiernos de todo el mundo deberían ser inequívocos en su respuesta a ese llamado», ha zanjado la investigadora de HRW.