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Venezuela rompe con modelo socialista con venta de acciones

Peatones pasan junto a un teléfono inactivo de la compañía telefónica estatal venezolana CANTV en Caracas el 13 de mayo del 2022. En un alejamiento de su modelo socialista, el gobierno de Venezuela planea abrir a inversiones privadas varias compañía (Ariana Cubillos/AP)

CARACAS (AP) — En un alejamiento de su modelo socialista, el gobierno de Venezuela planea abrir a inversiones privadas varias compañías estatales en sectores vitales, parte de sus esfuerzos para responder a la necesidad de capital para las empresas con graves carencias de inversión. La falta de detalles sobre el paso está sembrando dudas.

El gobierno planea vender entre 5% y 10% de las acciones en varias compañías, algunas de las cuales fueron nacionalizadas por el entonces presidente Hugo Chávez, ahora difunto, durante su campaña para transformar al país sudamericano en un estado socialista, pero la información básica para una oferta pública —incluso el número de acciones, el precio y el mercado en el que una compañía será listada— seguían sin conocerse antes de la planeada venta el lunes.

El presidente Nicolás Maduro, sucesor de Chávez, dijo esta semana que las ventas estarían dirigidas fundamentalmente a inversionistas locales, pero el capital extranjero también pudiera fluir hacia las compañías, entre ellas la firma telefónica y de internet CANTV, que el gobierno nacionalizó en 2007 tras comprar el interés de Verizon.

En un evento televisado el miércoles, Maduro dijo: “Necesitamos capital para el desarrollo de todas las empresas públicas. Necesitamos tecnología. Necesitamos nuevos mercados y vamos a avanzar”.

El interés, no obstante, pudiera estar limitado a inversionistas con lazos con el gobierno y aquellos con gusto por el riesgo.

El país sigue bajo sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y otros países que previenen a los inversionistas inyectar dinero a compañías estatales venezolanas. Y los porcentajes anunciados por Maduro no les darían a los inversionistas privados poderes de decisión para realizar cambios muy necesitados en las compañías.

Entre las firmas mencionadas por Maduro están CANTV y su filial Movilnet, Petroquímica de Venezuela y un conglomerado del sector minero. Algunas acciones de CANTV se venden ya en la Bolsa de Valores de Caracas, el mercado bursátil más antiguo del país.

Hace casi 20 años, Chávez nacionalizó una serie de compañías en los sectores de electricidad, telecomunicaciones, gas natural y petróleo, pero el gobierno efectuó inversiones mínimas en algunas de esas empresas, lo que las ha dejado ofreciendo malos servicios.

Los apagones de varios días son comunes en el país. Millones de hogares no tienen acceso al agua potable o el servicio es intermitente. Los servicios de telefonía e internet son deficientes.

Partidarios y opositores del gobierno se quejan por igual sobre la carencia de servicios básicos en el país. Los economistas señalan que el gobierno venezolano tiene que mejorar algunos de esos servicios de cara a la elección presidencial de 2024.

“Observamos sin duda un cambio de paradigma que es obligado en buena medida por las circunstancias, pero también impulsado en buena medida por la sobrevivencia política», comentó Luis Prato, economista para la firma Torino Capital. “Desde junio del 2014, con esa caída significativa de los precios del petróleo, ya el administración de Maduro comenzó a ver la caída de los ingresos petroleros. Luego vimos lo que fue el periodo del 2014 hasta el 2019 con control de precios, de un estado más interventor, pero en la medida en que el estado empezó a perder incidencia en la capacidad de generar riquezas y crecimiento, empezó a hacer espacio de participación al sector privado”.

Venezuela sigue en una larga crisis social, económica y humanitaria causada por el desplome de los precios del crudo, las sanciones económicas y décadas de mal manejo de la economía, pero el gobierno ha dado pasos para aliviar algunas de las presiones económicas, incluso el abandono de sus complicados esfuerzos para restringir las transacciones en dólares en favor del bolívar local, cuyo valor ha sido destruido por la inflación.

En su anuncio días atrás, Maduro dijo que las compañías estatales estarían listadas en varias bolsas del país, que no especificó.

Para el viernes, Gustavo Pulido, presidente de la Bolsa de Valores de Caracas, no había recibido ninguna información sobre la planeada venta de acciones. Dijo que el proceso para registrar las otras compañías y listarlas es largo y que requiere la entrega de documentos financieros.

“Se toma el tiempo que usted quiera tomarse para ser exitoso en la colocación. Yo no le podría decir un tiempo determinado”, dijo Pulido, quien añadió que una oferta en la Bolsa de Valores de Caracas no podía ser estructurada para el lunes.

El gobierno estableció su propia bolsa en 2010. Un portavoz gubernamental no respondió a un pedido de The Associated Press para que comentara sobre los mercados que planea usar.

Prato agregó que el gobierno casi seguramente utilizará su propia bolsa o un sistema digital separado por ahora, pero que eso tendría resultados limitados.

Henkel García, director de la firma Econométrica, con sede en Caracas, dijo que las compañías requieren inversiones significativas para mejorar la calidad de sus servicios, que eran mucho mejores antes de su nacionalización, pero advirtió que el país carece de un mecanismo para supervisar los procedimientos de contabilidad y reportes de finanzas de las compañías, lo que imposibilita garantizar que las inversiones privadas en las firmas estatales serán utilizadas adecuadamente.

Ese componente ausente, dijo, crea una situación similar a la de las reformas post soviéticas, por las que un gran número de compañías estatales fueron privatizadas.

“Si esto realmente es el comienzo de la venta o la entrega total o la venta total de estas empresas, que para mí es un escenario probable, habría que preguntarse a quiénes entregarían, porque tenemos episodios como el ruso, en el cual estas empresas que alguna vez fueron del Estado terminaron en manos de personas que eran allegadas al gobierno”, dijo Henkel. «Entonces, es un fenómeno complejo que uno pudiese decir que abre las puertas a algo positivo, pero con la debilidad institucional que tenemos, con con la falta de árbitros creíbles, bueno, pudiese no terminar de la mejor manera”.

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