BAGDAD (AP) — La densa capa de polvo que cubría el cielo no disuadió a Muhammed Ghalib de ir al trabajo en el principal distrito comercial de Bagdad el lunes, conforme la última de una serie implacable de intensas tormentas de arena arrasaba Irak.
El polvo cubría sus pestañas de un tono anaranjado. Llegó a las 4 de la mañana, en plena tormenta, y se sentó frente a su puesto junto a la calle para vender artículos domésticos en el mercado de Shorja de la capital.
“La vida sigue”, dijo.
En la capital, Ghalib fue uno de los comerciantes que no hicieron caso a las advertencias públicas de permanecer en el interior de sus casas debido a las malas condiciones meteorológicas, y lamentó las pérdidas financieras y las dificultades en medio de los continuos problemas económicos.
El Ministerio de Salud dijo que el lunes se produjeron al menos 1.700 casos de afecciones respiratorias graves en Bagdad a causa de la tormenta.
Según las autoridades, desde abril se han producido al menos ocho tormentas de arena en Irak que han llevado a miles de personas a los hospitales con graves dificultades respiratorias y al menos una persona ha muerto, según el Ministerio de Salud de Irak, que declaró el estado de emergencia.
La tormenta de arena del lunes causó la muerte de dos personas en la vecina provincia oriental siria de Deir el-Zour, junto a la frontera con Irak, según la agencia oficial de noticias SANA. La agencia dijo que cientos de personas fueron trasladadas a hospitales tras sufrir problemas respiratorios, y añadió que los muertos eran un padre y su hijo.
La emisora de radio Sham FM informó de que un joven se había asfixiado en el pueblo de Al-Harijia, al norte de Deir el-Zour.