MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
La portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Liz Throssell, ha trasladado su preocupación ante la «ejecución inminente» del médico y académico sueco-iraní Ahmedreza Djalali en Irán.
Djalali fue arrestado en abril de 2016 en el marco de una visita a Irán para asistir a una serie de conferencias sobre medicina de desastres. En aquel momento se le acusó de espionaje y, más tarde, fue declarado por la justicia iraní como culpable y sentenciado tras una declaración que, según informes, fue obtenida por medio de la tortura y en un juicio sin garantías.
Ahora, las autoridades iraníes han anunciado que, si bien la ejecución programada para el sábado podría posponerse, «el veredicto es definitivo y la ejecución se llevará a cabo». Throssell ha advertido de que si finalmente se acaba con la vida de Djalali, se estaría llevando a cabo la privación arbitraria de una vida.
«El uso de la pena de muerte por delitos de espionaje es incompatible con el derecho internacional de los Derechos Humanos», ha advertido la portavoz de ACNUDH, quien ha remarcado que aquellos países que aún no han abolido la pena de muerte tan solo pueden imponerla por los «delitos más graves».
